María Jiménez – Con dos camas vacías.
Artículo … 1.721.
Categoría … esDomingo.
Publicado por … Celso Bergantiño.
Lleva casi 40 años dando guerra, subiendo a los escenarios su raza de artista, su voz desgarrada, sus tacones de terremoto, sus escotes generosos y su imagen de mujer temperamental, desinhibida y visceral.
María Jiménez es un volcán canalla que ha hecho estragos en distintas generaciones de españoles y que en su empeño por probarlo todo, buscar su sitio y no quedarse quieta acaba de actualizar sus desgarros, su público y su dolor cantando por Sabina.
Como prueba de personalidad y casta, aparece en el disco "Donde más duele… Canta por Sabina" vestida de pavo real, llorando, con un pitillo en una mano y un vaso de "Juanito Andante de Luto" (así llama al Johny Walker etiqueta negra) al lado.
Disfrutemos de "Con dos camas vacías".
Ni yo bordo pañuelos… ni tú rompes contratos.
Ni yo mato por celos… ni tú mueres por mi.
Y antes de que me quieras… como se quiere a un gato.
Me largo con cualquiera que se parezca a ti.
De par en par te abro… las puertas que me cierras.
Me cuentas que el olvido… no te sienta tan mal.
La paz que has elegido… es peor que mi guerra.
Lo que pudo haber sido… lo que nunca será.
Yo en cambio nunca supe ir a favor del viento.
Que muerde las esquinas de esta ciudad impía.
Pobre aprendiz de brujo que escupe al firmamento.
Desde un hotel de lujo, con dos… con dos camas vacías.
¿Y quien hará tu trabajo… debajo de mi falda?.
La boca que era mía… ¿de qué boca será?.
El roto de tu ombligo… ya no me da la espalda.
Cuando pierdo contigo… las ganas de ganas.
Como pago al contado… nunca me faltan besos.
Siempre que me confieso… me doy la absolución.
Ya no cierro los bares… ni hago tantos excesos.
Cada vez son mas tristes… las canciones de amor.
Que muerde las esquinas de esta ciudad impía.
Pobre aprendiz de brujo que escupe al firmamento.
Desde un hotel de lujo, con dos… con dos camas vacías.
Aunque nunca me callo… guardo un par de secretos.
Lo digo de hombre a hombre… de mujer a mujer.
Ni me caso con nadie… ni le pongo amuletos.
Por no tener no tengo… ni edad de merecer.
¿Y quien hará tu trabajo… debajo de mi falda?.
La boca que era mía… ¿de qué boca será?.
El roto de tu ombligo… ya no me da la espalda.
Cuando pierdo contigo… las ganas de ganas.
Maldita sea la tinta… que empapa mis cabellos.
Maldita la tercera… persona del plural.
Las uñas que se clavan… ahí donde más duele.
Si se te corre el rímel… cuando me haces llorar.
Siempre que me confieso… me doy la absolución.
Ya no cierro los bares… ni hago tantos excesos.
Cada vez son mas tristes… las canciones de amor.