Día Universal del niño.
Artículo … 1.710.
Categoría … Día de…
Publicado por … Bruno Fernández.
Lo único que todos los niños tienen en común son sus derechos. Todo niño tiene derecho a sobrevivir y prosperar, a recibir una educación, a no ser objeto de violencia y abusos, a participar y ser escuchado.
Se trata de derechos humanos innatos, tan inalienables como los de los adultos. Pero, hasta 1.989, esos derechos no estaban oficialmente articulados en un instrumento jurídicamente vinculante, ni los gobiernos debían responder plenamente de la promoción de esos derechos para todos los niños.
Todo eso cambió hace 25 años, el "Día Universal del niño", cuando las Naciones Unidas aprobaron la convención sobre los derechos del niño, que rápidamente se convirtió en el tratado de derechos humanos con el mayor número de ratificaciones de la historia.
Hasta la fecha, casi todas las naciones del mundo han ratificado la Convención. En todas las regiones del mundo, la Convención ha inspirado cambios en las leyes, las políticas y la manera en que percibimos a los niños como titulares de sus propios derechos, así como en la manera en que trabajamos para promover esos derechos.
Es oportuno que celebremos un cuarto de siglo de la Convención. Pero debemos hacer más que celebrar. Debemos renovar nuestro compromiso con la promoción de los derechos de todos los niños, especialmente los que han quedado rezagados: los que tienen menos y nos necesitan más.
No podemos decir que los derechos de todos los niños se ejercen cuando, a pesar de nuestro progreso, unos 6.300.000 de niños menores de 5 años de edad murieron en 2.013, en su mayoría por causas prevenibles; cuando 168 millones de niños de 5 a 17 años de edad participaron en distintas formas de trabajo infantil en 2.012; cuando el 11% de las niñas se casan antes de cumplir 15 años.
Para que la visión de la Convención se convierta en una realidad para todos los niños se necesitarán soluciones innovadoras, un importante aumento de los recursos y la voluntad política para invertir en los niños y hacer que su bienestar ocupe el centro de la agenda política, económica y social.
Si bien la rendición de cuentas por hacer efectivos los derechos consagrados en la Convención recae en los gobiernos, todos tenemos la responsabilidad común de defender y proteger esos derechos, que son fundamentales para la fuerza de nuestras sociedades. Defendamos juntos los derechos de todos los niños a vivir en un mundo más justo y equitativo y a lograr un futuro mejor para todos.
Ban Ki-Moon.
Secretario General de las Naciones Unidas.