435 El Puente Romano de Ourense
La Comunidad Autónoma de Galicia es toda ella una maravilla por descubrir. Sus extensos campos verdes de exuberante naturaleza, sus playas espectaculares, su costa escarpada donde los acantilados son escenarios de leyendas, sus rincones escondidos, la magia de su rica tradición y la gran calidad de su gastronomía típica, la convierte en un lugar de referencia para unas vacaciones inolvidables.
Por el cual hemos creado la categoría "Galicia, maravilla por descubrir" donde os daremos a conocer los magníficos recursos turísticos que podéis disfrutar en esta comunidad, como sus monumentos, entornos naturales, playas, pueblos que merecen la pena ser visitados, restos arqueológicos, fiestas gastronómicas y culturales…
Así ya no tienes excusa para venir a pasar unos diítas y conocer un poco Galicia.
Atravesando el Río Miño a la altura de la Ciudad de Ourense, se alza el colosal "Ponte Vella"
Es fácil probar el pasado romano de la ciudad de As Burgas. Varios son los testimonios que han llegado hasta nuestros días. Uno de ellos, y de los más conocidos, es el puente romano, también conocido como "Ponte Vella" o "Ponte Maior". Se trata de una de las mayores obras romanas en toda Galicia y su utilidad permaneció sin competencia como único medio de cruzar el Río Miño hasta bien entrado el siglo XX, exactamente en el año 1.918, fecha de inauguración del segundo puente. Su construcción se remonta a épocas de Augusto, aunque también hay quien asegura que viene del mandato de Trajano.
El puente romano de Ourense es uno de los mejores conservados en el territorio nacional. Su mantenimiento y apertura resultó siempre, en la paz y en la guerra, de gran valor estratégico siendo probablemente su arco mayor de casi 38 metros de flecha y 43,70 de luz una de las causas esenciales de sus múltiples hundimientos a lo largo de su historia.
Sobre el año 1.300 se levanta una torre defensiva al lado del puente, es posible que estuviera hecha en 1.382 jugando un papel importante en la defensa ejercida por Juan de Novoa en 1.386 contra el Duque de Lancáster (sucesor de la Corona, quien finalmente establece su corte en Ourense para pasar el invierno).
Durante el período del siglo XII el arco principal del puente cedió dando lugar a reparaciones y derrumbes que no finalizaron hasta que en el siglo XVII la reforma final dirigida por Melchor de Velasco dio al puente su aspecto actual medieval a pesar de que se mantengan elementos romanos originales como son los arcos de inicio del mismo.
En 1.571 la torre defensiva, también llamada Torre Vieja es demolida y se construye una nueva a la entrada de Ourense. En 1.837 se construye una segunda torre del lado de Canedo pero una vez terminada la Guerra Carlista ambas torres son destruidas debido a las complicaciones en el tránsito de carruajes en 1.839.
Durante varios años el arco central del puente romano fue el de más luz en España, hasta mediados del siglo XIX, precisamente debido a la apertura de la carretera "Villacastín-Vigo" que supuso el derribo de la torre existente en el puente que figura en el escudo de la ciudad.
Fue declarado monumento histórico por Decreto de la Jefatura del Estado de 6 de abril de 1.961 y hoy en día y tras su peatonalización en 1.989 es uno de los tres símbolos principales de la ciudad, junto con "Las Burgas" y la "Catedral de San Martín", pero eso lo hablaremos más adelante.
Durante varios siglos fue la única vía de tránsito entre ambas orillas. En la actualidad compite en esta función con otras construcciones, siendo el "Puente del Milenio" la más reciente. Estas dos vías fascinan por la majestuosidad del conjunto: mezcla armoniosa de tradición y modernidad, donde miles de ourensanos y otros turistas pasean, cada día, para cruzar de un lado al otro de la ciudad.
Fuente | Galicia máxica
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Celso de Ourense (@moradadelbuho)
