208 Los falsos mitos que envuelven a la Torre de Hércules
Caronte, el barquero que cruzó a Hércules camino de Hades, pasa a ser una de las gordas de Botero, mientras que Breogán se convierte en Hércules. Son errores habituales de los turistas ante las esculturas que encuentran antes de llegar a la Torre de Hércules.
No son las únicas equivocaciones puesto que entorno al faro es fácil escuchar todo tipo de dichos, a cada cual más disparatados. Estos son algunos de los falsos mitos.
01 | El faro fue construido por Hércules tras vencer a Gerión.
Al laborioso Hércules, al que la mitología le atribuye los doce trabajos, aún le quedaron arrestos después de estar tres días mallando en el gigante Gerión para ponerse a construir una torre con la que dejar constancia de la victoria.
Migués González Garcés en su historia de la ciudad, sostiene que no puede creerse que la figura de Hércules sea una invención de Pisandro de Camiro, “su origen, literalmente, era muy anterior”. Fue este poeta de Rodas el que creó “el tipo de héroe con la piel de león y la maza”, recordaba Garcés.
Lo cierto es que la construcción del faro y su historia iban por un lado y el mito de Hércules por otro y así pasaron unos mil años hasta que el Rey Alfonso X, decidió unirlos e inventó la confluencia entre Hércules y la Torre, dando visos de realidad a lo que era solo una leyenda. Y es que como afirma la profesora de la Universidad Coruñesa María Dolores Barral: “Las leyendas surgen cuando falla la historia”. El invento del Rey Sabio es, para muchos, historia real.
02 | La cabeza de Gerión está enterrada debajo del faro.
Ni el mayor experto en la excavaciones de la Torre, José María Bello, ha encontrado restos de la famosa cabeza, y eso que el tal Gerión era un gigante y por ello tendría un buen cabezón. Es otra invención de Alfonso X. Y es que, según escribía Bello en el catálogo de la exposición Ciudad y Torre, el faro “es también un símbolo, un objeto poético, un pretexto para pensar y soñar. Y así se convierte en fuente de mitos y leyendas, de relatos capaces de explicar simbólicamente nuestros orígenes y nuestra identidad, a veces al margen de la realidad histórica”.
03 | En sus orígenes fue cilíndrica.
Por supuesto, nunca fue cilíndrica. El error puede venir de la comparación con el desaparecido Faro de Alejandría, que sí era redondo, o la habitual imagen circular de los faros.
04 | No le queda nada de romana.
La vestimenta neoclásica que le hizo Eustaquio Giannini oculta la parte romana del monumento, con la que, sin embargo, se da de bruces el visitante nada más iniciar el recorrido por la zona musealizada de la parte baja del monumento. El artiquecto y ex-director general de Patrimonio de la Consellería de Cultura, Rey Pichel, destacaba la ejemplaridad de esta obra de conjunción entre la parte romana y la neoclásica: “A torre e unha obra magnífica, excepcional, e ten unha característica que é o núcleo, o cerne, é o faro romano, pero a actuación do século XVIII de Giannini é excepcional, unha intervención sobre un patrimonio romano dunha absoluta modernidade; son compatibles os estilos, algo que hoxe trátase de facer nas intervencións nos cascos antigos; hay moitas leccións neste monumento”.
05 | Tiene origen fenicios.
Falso. Es algo que apuntó, pero como una interrogante, el naturalista alemán Alexánder Von Humboldt, que el 5 de Junio de 1.799 embarcaba en A Coruña en la corbeta Pizarro para viajar a América. “¿Por qué la torre de hierro tiene en este país el nombre de Hércules?”. ¿Las construirían los romanos bajo las ruinas de un edificio griego o fenicio?.
06 | Fue construida por Breogán.
Esta afirmación tiene sus orígenes en el Leabhar Ghabhala, El libro de las invasiones, una recopilación de leyendas celtas que fue recopilada en el siglo XII en el que se puede leer: “Posteriormente una ciudad fue fundada por Breoghan de España y se llamó Brigantia y también edificó allí una Torre enfrente de la ciudad, la cual se llamó Torre de Breoghan. Una agradable y deliciosa morada, además de ser un lugar para mirar y vigilar”. No existe ningún fundamento que avale la presencia celta.
07 | Un carro de bueyes subía la leña por la rampa exterior.
“No existe ninguna noticia fiable a este respecto”, sostiene José María Bello, si bien apunta que dicha rampa sí existió y, en recuerdo a la misma, la Torre actual presenta un resalte en relieve que sigue aproximadamente el recorrido de dicha rampa. “Esta huella ha sido unánimemente interpretada como resultado de la anterior existencia de una escalera o rampa que se empotraba en los muros y ascendía rodeando el cuerpo de la Torre”; la estrechez de la misma haría que en la primera esquina carro, bueyes y madera acabaran en el suelo, “como moito podería subir un burro coa leña”, dice un estudioso.
08 | Tenía un espejo mágico para ver todos los barcos.
Esta leyenda se puede leer en uno de los carteles de Punta Herminia. Sin embargo, Florian de Ocampo, en su Crónica General publicada en 1.544, aclaraba el origen del engaño: “Creo yo que la falta de sospechar que la torre de la Coruña tuviese tal espejo nació de que las tales atalayas en latín se llaman Especulas y Paulo Osorio Historiador español hablando de ella, la nombra Especula”, en latín espejo es especulum. Otro autor, Fray Pedro de Santa María, en 1.608, es tajante al afirmar que lo del espejo “se tiene por fábula”.
09 | Desde la Torre se ve Nueva York y las Islas Británicas.
La leyenda de Breogán se complementa con la de su hijo Ith, que un día subió a la Torre, vio una isla a lo lejos y decidió conquistar lo que sería Irlanda. Manuel Murguía afirma que estas leyendas llegan a Galicia en el siglo XVII, a través del Colegio de los Irlandeses, de Santiago y lo divulgan, dos siglos más tarde, precisamente Murguía y Pondal. Lo cierto es que la curvatura de la tierra impide la visión directa de Nueva York.
10 | El interior fue revestido de papel estampado.
Parece mentira pero ocurrió. Fue en 1.858, relata Bello, “al parecer con motivo de la visita de la reina Isabel II y sus hijos” a la ciudad; para ello “el interior de la Torre se revistió de papel estampado, construyéndose también falsos techos a fin de domesticar el pétreo interior romano, quizá juzgarlo demasiado rudo en innoble para los reales ojos”. A pesar de la protesta de numerosos estudiosos, entre ellos el portugués Leite de Vasconcellos, el empapelado se mantuvo durante décadas.
11 | Tiene más de 300 escaleras.
“Non hai ascensor”. Tres veces está escrito en la entrada de la Torre. Pero los turistas siguen preguntando por él. Algo similar ocurre con el número de escaleras: figura en uno de los folletos que reciben los visitantes: 234. Lo mejor es cuando algún supuesto experto hace de guía y aporta el dato al turista: “Son 325 escaleras”; a su lado un paisano retranqueiro rosma por lo bajo: “Como non paredes antes vades sair voando”, y sigue paseando por el parque de esculturas.
Fuente | La Voz de Galicia
Imagen | Foto Community
Son unos datos curiosos si... pero no sé, ahora sabiendo esto pierde un poco el encanto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Conocía algunos datos de estos mitos que narras pero había otros que me eran totalmente desconocidos.
ResponderEliminarBuen artículo.
Salu2.
Recién llegado por aquí. Me he quedado con el detalle de que desde arriba se ven las islas británicas y NY, jejee, yo es que el día que fui había algo de nubes de esas negras y por eso seguro que no pude ver nada.
ResponderEliminarBicos Ricos
¡Que maravilla la Torre de Hércules!, yo desde mi casa la visualizo todas las noches y es un lujazo.
ResponderEliminarMe ha gustado este artículo, por los detalles que desconocía como en las "leyendas" que ella oculta.
Un abrazo.
Interesantes datos de la mitología.
ResponderEliminarLo de que se puede ver N.York... sí que tiene guasa.
Saludos.
Vay por Dios, otro mito que se me ha caído.
ResponderEliminarBesos
Nela