Cuando el fracaso me anuló como persona.
Artículo … 1.692.
Categoría … El diario de Bruno Fernández.
Publicado por … Bruno Fernández.
Como ser humano que soy, irremediablemente hay momentos en mi vida que me equivoque debido a la inexperiencia, ignorancia o simplemente porque he actuado como ni conciencia decía, pero después el resultado real ha sido bien distinto.
Ante esta situación, a muchas personas (entre las que me incluyo, por supuesto) me inundó el pesimismo, la tristeza y el desasosiego debido a que no le ha sido posible conseguir lo que realmente quería. Es más, muchas de ellas caen incluso en una depresión debido a que no fui capaz de asimilar lo ocurrido. Sin embargo, no todo en mi vida iba a ser un camino de rosas, y es por ello por lo que se antoja muy importante superar esta situación lo antes posible.
Muchas veces me he auto-engañado a mi mismo echando la culpa a otras personas que, quizás no se lo merecían por el cual, pensamos que han sido los culpables de mi error. Eso, a la larga no me ayudó a solucionar el problema.
Hasta que llega un momento me llegué a preguntar lo siguiente: "¿De verdad he hecho todo lo posible para conseguir que me saliese bien lo que me propuse?".
Eso pasó durante una etapa en mi vida, por el cual iba acumulando fracaso tras fracaso y digamos, que tuve una pareja que me ayudó demasiado a que saliera de aquel bache, por el cual llegué a un punto que me sentí un despojo humano, que parecía que no quería que levantase cabeza.
Tuve unos amigos que a medida que iban conociendo un poco más a mi hoy ex-pareja, pues siempre me aconsejaban que intentase alejarme de él, que no era positivo que yo estuviese a su lado y que se encontraba a otro Bruno que era diferente al que habían conocido.
Yo no les hice caso, el más tuve una fuerte discusión con ellos llegando a un punto que perdí todo contacto con ellos.
En ese momento sentía como iba caminando descalzo entre pinchos, entre brasas quemadas y a medida que iba caminando, me iba quemando más y más llegando a un punto que me salían llagas. Hasta que llegó un punto que dije "¡Basta!" y mandé a la mierda a mi pareja.
Al cabo que iban pasando los días, iba recuperando mi personalidad, esa personalidad que nunca debió desaparecer y tras duras noches en vela y analizando lo sucedido me dije: "¡He vuelto!".
Y es que tras el fracaso, me vinieron experiencias mucho más positivas. Esto ya lo dijo una vez Truman Capote afirmando que "Todo fracaso es el condimento que da sabor al éxito".
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