Leyenda Gallega: A Cova do Rei Cintolo.
Artículo … 1.640.
Categoría … Leyendas.
Publicado por … Marcos Castro.
Cuenta la leyenda que mucho antes de que existiera la actual villa de Mondoñedo, y muy cerca de allí, existía en una zona llamada Bría, un próspero reino donde vivían felices todos los súbditos del bondadoso Rei Cintolo.
El monarca, era uno de los reyes con mayores posesiones de la comarca y vivía en un castillo de enorme grandeza con su única descendiente: la hermosa princesa Xila. Ésta era querida por todos, no sólo por su belleza, sino por su bondad.
Con todo esto, a la princesa, le sobraban los pretendientes y eran muchos los caballeros que soñaban con casarse con ella. Pero tanto Xila, como su padre, no veían con buenos ojos a los caballeros que la pretendían, puesto que todos ellos habían ascendido en su clase social, a base de traiciones, asesinatos y enfrentamientos en múltiples batallas.
Un día, llegó a Bría, un apuesto Conde llamado Uxío. Este no traía mucho séquito, como acostumbraban hacer otros pretendientes de la princesa. El joven, más noble y honesto que rico, rápidamente ocupó el corazón de la princesa por su simpatía y cordialidad. El Rey veía con buenos aojos la relación y enseguida se anunció la boda.
Pero a los pocos días, llegó al reino un poderoso y malvado hechicero, llamado Manilán, acompañado de un numeroso séquito de hombres armados a caballo. Éste anunció al Rey, que quería casarse con la princesa y de no ser aceptado, arrasaría el Reino, matando a todos sus habitantes.
Ante tal amenaza, y teniendo en cuenta la inferioridad de sus tropas, Uxío retó a Manilán, a un combate cuerpo a cuerpo. El joven superaba en destreza al malvado hechicero y no tardó mucho en vencerle. Pero antes de morir, Manilán, ya había preparado su horrendo hechizo.
A los pocos segundos de ser vencido, un gran estruendo, hizo temblar toda la tierra de Bría. El Castillo se vino abajo y con él todo el Reino junto con sus habitantes, quedaron sepultados.
A su regreso, victorioso, Uxío no encontró huella del reino. Tan sólo un enorme agujero, que no era otr que la boca de unas hermosas cuevas.
Preso de un ataque de locura, el joven Conde, entró en la cueva en busca de su amada y desde entonces, nunca más se supo de su paradero.
Cuentan las gentes del lugar, que algunos amaneceres, puede verse a la joven Xia, peinando a viento sus cabellos, esperando a que alguien deshaga el hechizo del malvado brujo, que la mantiene prisionera dentro de la cueva, y así poder reanudar sus días de amor y felicidad.
Aquel que lo logre, será cubierto de riquezas por el Rei Cintolo …
Fuente … Ahora no nunca.
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