09 junio 2015

España desde la Guerra Civil.

España desde la Guerra Civil
Burgospedia

Benxamin CastroEspaña desde la Guerra Civil.
Artículo … 1.549.
Categoría … Historia.
Publicado por … Benjamín Castro.

Terminada la Guerra Civil, comienza un largo período, comprendido entre 1.939 y 1.975, que los historiadores denominan "La era de Franco", debido a la fuerte personalidad que se impuso y dio continuidad al régimen político. En los primeros años, el país atraviesa una difícil etapa de reconstrucción, tanto por las consecuencias de la Guerra Civil como por el inmediato comienzo de la "2ª Guerra Mundial", ante la que España se declara neutral. La situación de Franco era compleja: por un lado, tenía que devolver la ayuda que Alemania e Italia le prestaron durante la Guerra Civil, y los sectores más extremistas del régimen, entre ellos la Falange Española, empujaban hacia la intervención; por otro, la situación económica se estaba deteriorando.

La postura se hace más difícil después de la caída de Francia en manos de Alemania. Tras entrevistarse con Hitler (Octubre de 1.940), Franco acepta la participación de un cuerpo de voluntarios en el frente ruso. Así contentaba a los germanófilos, y justificaba la intervención como respuesta a las brigadas internacionales, que lucharon junto a los republicanos en la Guerra Civil Española, movilizadas por la URSS. Desde mayo de 1.941, también inicia una aproximación a los aliados.

Aislamiento y apertura.
El fin de la Guerra Mundial significó el comienzo de una serie de presiones por parte de los exiliados españoles. Por un lado, los monárquicos invitan a Franco para que reconozca el fracaso de su concepción totalitaria del Estado, abandone el poder y restaure la monarquía y por otro, los exiliados republicanos instan a los ejércitos aliados a que restablezcan la República.

Tras la victoria aliada, España se ve aislada (1.946) tanto política y diplomáticamente como en el campo económico, lo que dificulta y retrasa aún más su reconstrucción. Se ponen las bases, entonces, de una relativa autarquía económica, favoreciendo a las industrias declaradas de interés nacional. Al mismo tiempo, las leyes (Fuero de los Españoles, Fuero del Trabajo, Ley de Cortes) inician el camino hacia la definición de la forma de Estado y la institucionalización del régimen.

En los años '50, se logra alcanzar y superar el nivel económico de preguerra y se vuelve a la convivencia internacional: regresan los embajadores (1.950), España es admitida en la UNESCO (1.952), se firma un concordato con la Santa Sede y un acuerdo con Estados Unidos, en el mismo año (1.953), y la ONU decide la admisión de España (1.955). Al mismo tiempo, una mal controlada expansión económica conduce a un proceso de inflación (1.958), que obliga a un Plan de Estabilización, que permite la puesta en marcha, en 1.963, del primer Plan de Desarrollo.

El Desarrollismo.
El desarrollo económico, la mejora del nivel de vida y la elevación de la renta per cápita hasta niveles próximos a la de los países más avanzados trae también un cambio en las mentalidades. A finales de los '60, se puso de moda lo que entonces que llamaba "Contestación global al sistema". El "espíritu contestatario" se caracterizaba pro el rechazo teórico de la misma noción de autoridad, entendida como "lo fijo" y, por tanto, "lo malo"; esto no impedía, sin embargo, que los "contestadores" formasen grupo, adquirieran poder y, en muchos casos, dictasen la opinión pública.

Cambian las modas en el vestir y en la música, sobre todo de influencia anglosajona, al tiempo que comienzan a notarse incipientes cambios en las relaciones sociales, que se manifestarán, en la década de los '70, con un notable incremento del permisivismo.

Hacia la monarquía.
En los años '60, se da también una relativa evolución política: moderada la libertad de prensa, ratificación en referéndum de la Ley Orgánica del Estado y designación por las Cortes del Príncipe Juan Carlos de Borbón como sucesor a título de Rey. Esto es compatible con un crispamiento de las actitudes ideológicas y políticas, como motivo de una creciente oposición al régimen de Franco.

La revolución intelectual de 1.968 también alcanza a España, manifestándose en incidentes universitarios, aumento de huelgas en la industria y en la organización de grupos intelectuales cada vez más al margen o en contra del régimen.

La crisis económica internacional provocada por el encarecimiento del petróleo (otoño de 1.973) repercute en España, aumentando las inquietudes. El asesinato de Carrero Blanco, recién nombrado jefe de Gobierno, pone en este cargo a Carlos Arias Navarro, que comprende la necesidad de una apertura. Pero esta apertura no se lleva a cabo por los reformistas del régimen, sino por una oposición ya instalada en el ambiente político. Se constituyen la Junta Democrática y la Plataforma Democrática, y se crean grupos periodísticos o de opinión para realizar la prevista transición política.

La transición política.
Muerto Franco, Juan Carlos I es proclamado Rey, de acuerdo con la Ley de Sucesión. Aunque se mantuvo a Arias como Jefe de Gobierno, la mayor parte de sus integrantes eran propensos a una transición democrática. Mientras comenzaban a organizarse grupos políticos, al amparo de la legislación que permitía crear asociaciones; aunque no todavía legalmente, desde los primeros meses de 1.976 empezaron a utilizar el nombre de partidos. El régimen decidía así una especie de ruptura controlada con el pasado para entrar en un sistema pluripartidista.

Arias Navarro dimite (Junio de 1.976) y es sustituido por Adolfo Suárez, hombre pragmático que proyecta una reforma política, aprobada por el Gobierno el 10 de septiembre, y que consistía en sustituir las Leyes Fundamentales y los Principios del Movimiento por una nueva Constitución que trajera a España la democracia liberal parlamentaria. La Ley de Reforma Política es aprobada en referéndum en diciembre de 1.976. Otra preocupación del Gobierno era el terrorismo, que estaba extendiendo su acción con numerosos asesinatos y secuestros.

La legalización de los partidos políticos coincidió con el retorno de los exiliados que aún permanecían fuera de España, aunque muy pocos llegarían a tener influencia política.

El 15 de junio de 1.977 se celebran la primeras elecciones, en las que resulta vencedor el partido de Unión de Centro Democrático (UCD), creado por el propio Adolfo Suárez. Cuatro meses después, las principales fuerzas políticas firman un pacto en el palacio de La Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno, por el que se comprometen a trabajar juntas en la consolidación de la democracia y la elaboración de la nueva Constitución. Los artículos fueron previamente examinados en reuniones informales en donde se elabora un "consenso", después confirmado por las votaciones en el Parlamento. Esta Constitución consagraba la fórmula de Estado de las Autonomías dentro de un sistema político de Monarquía Parlamentaria. Fue aprobada y sometida a referéndum el 6 de diciembre de 1.978.

A finales de los años '70, destacan tres hechos fundamentales: el ascenso de la izquierda socialista; el aumento del terrorismo apoyado en algunos casos por pequeños partidos regionales extremistas, y la profunda crisis económica, que disparaba la inflación y desencadenaba un paro creciente y el cierre de numerosas empresas.

En los primeros meses de 1.981, la joven democracia española experimenta una serie de sobresaltos. El 29 de enero, el presidente Suárez anuncia bruscamente su dimisión, y el 23 de febrero un grupo de 200 Guardias Civiles, al mando del Teniente Coronel Antonio Tejero, ocupa el hemiciclo de las Cortes, interrumpiendo el acto de investidura del Leopoldo Calvo Sotelo, encargado de formar Gobierno tras la dimisión de Suárez. La intervención del Rey don Juan Carlos a través de la televisión da a entender que rechaza el procedimiento golpista y a sus autores, que se entregan deponiendo las armas.

La victoria socialista.
Estos acontecimientos provocan la desintegración definitiva de la Unión de Centro Democrático (UCD). Se adelantan las elecciones, en los que sale vencedor el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con mayoría parlamentaria absoluta.

Por primera vez, tenía España un Gobierno exclusivamente socialista, con un Parlamento en donde a duras penas son tenidas en cuenta las objeciones de la oposición. Desde 1.982, salvo algunos proyectos de ley de interés común, el consenso fue sustituido por lo que en el argot periodístico se llamó "rodillo" socialista.

Como los ayuntamientos crecieron en poder socialista, y éste se asentó en la mayor parte de los gobiernos autonómicos, el Estado quedó a merced de un solo partido. Esta situación proporcionó gran estabilidad al Gobierno, en detrimento de las libertades.

El Gobierno socialista trajo un aumento de la presión fiscal, suben los impuestos. Medida necesaria cuando se intenta una mayor presencia de los organismos públicos en la sociedad civil y cuando hay que cubrir los déficits de las empresas públicas mal gestionadas. Su política económica va dirigida hacia la reconversión; conscientes del fracaso de la planificación según los modelos del socialismo, es en este campo donde sus medidas son más liberales. Estas medidas provocan el distanciamiento entre el PSOE y su sindicato, UGT, cuyo máximo dirigente, Nicolás Redondo, había apoyado desde siempre a González, Secretario General del Partido.

No así en lo que se refiere a la legislación social, en la que tienden a la progresiva secularización de la sociedad, al control del funcionariado público y al sometimiento de la administración de justicia al predominio de los partidos políticos.

3 comentarios:

  1. Interesante artíuclo, es bueno saber lo que pasó hasta que Felipe González fue presidente del Gobierno.

    Besitos !!.

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  2. No lo podías haber resumido mejor.

    Un abrazo chiquitín !!.

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  3. Bueno, lo de democracia no se yo: Un rey impuesto si saber si los españoles lo querían o no, etc...

    Pero bueno, tras muchos años de dictadura, por fin gozamos de libertad.

    Salu2.

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