La venganza es dulce.
Artículo … 1.533.
Categoría … Noches de alcoba.
Publicado por … Bruno Fernández.
Alberto, más conocido en la clase como "Berto", era un tipo antipático. Todo el mundo estaba ya harto de todas sus humillaciones, sarcasmos, comentarios ofensivos y chistes de mal gusto que él nos hacía a todos. Entre todos estábamos planeando (incluso sus amigos, ya que estaban hasta los cojones de su prepotencia) el modo de cobrarle con creces todas las que nos había hecho.
Como se acercaba el día de una convivencia que teníamos planeado juntos con los del otro curso, ya se nos dio la ocasión de devolvérsela que nunca olvidaría en su vida… Todos hacíamos propuestas bien crueles para hacerle sufrir, pero solo una nos gustó: y era la de uno de mis compañeros quien propuso que lo emborrachásemos hasta el extremo y ahí, que fuera el pelele de todos … Obviamente todos estuvimos de acuerdo.
A la semana siguiente nos fuimos al campo. En realidad era pasar el fin de semana en el albergue… Al llegar, todos (incluyendo a Berto, quien nunca perdía la ocasión para humillarnos, especialmente a mi, que ya me había hecho quedar varias veces en ridículo delante de toda la facultad) y nos pusimos jugar al fútbol.
Estuvimos divirtiéndonos todo el día hasta que llegó la noche, y nos pusimos todos, hombres y mujeres, a bailar y a tomar copas. Ya teníamos planeado como "iba a ser todo". Berto estaba sentado debajo de un árbol y le mandamos a una de mis amigas … Ella le ofreció una copa, pero él lo rechazó y de qué manera tan pedante.
Entonces ella le dijo que no se pusiera así y que si quería le traía un Red Bull. El aceptó (y eso que el hijoputa se hizo de rogar). Claro que el Red Bull tenía una pequeña cantidad de tequila mezclado con un fuerte somnífero. El se la tomó y luego pidió otra, y otra, y otra… Y así, hasta que en total se tomó 16 refrescos.
A cada uno le fuimos aumentando la concentración, estaba tieso como un palo, se lo metí a Berto por la boca y el muy bujarrilla se lo tragó sin decir ni mu … El muy cabrón que se creía todo un macho con las mujeres, resultó ser todo un bujarra experto en mamadas… Nunca me la habían comido tan bien como esa vez.
Así lo tuve durante unos cinco minutos, hasta que no aguanté más y me corrí en la boca.
Todos mis compañeros se echaron a reír al ver la contorsiones que yo hacía al venirme y de cómo Berto se tragaba todo mi semen como una puta barata … Entonces todos mis compañeros, hicieron lo mismo y en cuestión de media hora, Berto ya se había tragado todas nuestras corridas.
Leonardo, otro de nuestros compañeros, el cual tenía el aspecto de todo un señor de 32 años, propuso que desnudáramos a Berto.
Lo desnudamos teniendo cuidado con su ropa, la intención era que el no se diera cuenta después. Luego lo acomodamos a cuatro patas y quedó como un perro. Leonardo propuso que por qué no le dábamos por el culo a Berto, ya que nos dio la mamada del siglo a todos … Dijimos que "de acuerdo".
Entonces Leonardo le acomodó el culo y se lo dejó todo listo … El culo de Berto se contaría como si dijese "clávame" "clávame". Entonces Leonardo le escupió en culo, se bajó los pantalones y sin pensarlo dos veces, le clavó su rabo en el culo a Berto.
Berto se limitó a emitir un ligero quejido. Así estuvieron los dos en ese mete y saca por un tiempo de 10 minutos y mientras, todos los demás nos frotábamos los huevos con la mano. Luego nos dimos cuenta que Berto tenía una polla bien buena y cuando Leonardo se corrió en sus entrañas, Berto se corrió al mismo tiempo.
-- Mira el cabrón como disfruta –. Grité.
Una vez que Leonardo terminó, todos dijeron que había llegado mi turno. Yo de la borrachera y las ganas de follar, no vacilé un instante en follarme al muy cabrón que, ahora, nos servía de esclavo a todos. Pero yo no quería que mis 19 centímetros de polla se untara en sus porquerías, así que pedí un "chubasquero" y me lo dieron al instante.
Le escupí el culo y se lo fui metiendo despacito, despacito …
Sentí su "delicioso dolor" que me llegaba hasta los huevos. Pero luego comencé a sentir el placer al apretar un culo tan rico y apretado … Se lo fui metiendo y sacando con rabia, hasta que su culo sangró un poco … Al principio me dio pánico, pero luego comprendí que era lo que se merecía… Y así fue hasta que ya no pude más y me corrí.
Fue el orgasmo más brutal que he tenido en mi vida. Después, algunos de mis compañeros se lo follaron hasta dejarle el culo a Berto bien dilatado y sus intestinos, llenos de semen … El resto se rajaron y decidieron hacerse una buena paja y correrse.
Al día siguiente, despertamos como si nada, decididos, eso sí, a pasarlo bien el último día de nuestra estancia en el albergue.
Los muchachos y yo nos inventamos un cuento chino para "tapar lo de anoche" y se lo contamos a las chicas, quien nos creyeron toda la historia.
¿Y Berto? El chaval aún no sabe ni se imagina lo que le pasó, pero sobra decir que desde entonces, ya dejó de ser el mismo hijo de puta cabrón antipático de antes.
¡Toma venganza!.
ResponderEliminarUn saludo, te sigo leyendo y... ¡escribiendo!.
Berto quedó bien escarmentado jijijijij.
ResponderEliminarBesitos !!.
Pero eso es una violación el estaba borracho y necesitaron emborracharle por que de frente no se atrevían, a opinión personal es un poco cobarde todo eso la verdad.
ResponderEliminarNo me convenció mucho, emborracharle para hacerle eso es una bajeza.
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.