21 abril 2015

Llorando, lloviendo.

Llorando, lloviendo
Oxun

 18BrunoLlorando, lloviendo.
Artículo … 1.491.
Categoría … Noches de alcoba.
Publicado por … Bruno Fernández.

Miro por la ventana y llueve con tal intensidad que las gotas de agua golpean la ventana, una sonrisa se ilumina en mi cara, la primera sonrisa en un par de días, una sonrisa infundida porque sé que debajo de la lluvia tal vez sea capaz de pensar, de quitar el constante atoramiento de mis ideas, de llorar sin que mis lágrimas se distingan en mi rostro y de sentir que hay algo mas frio que no sentir el calor de tus "te quiero". Apenas me abrigo, quiero confundir los escalofríos, no quiero pensar si esos escalofríos son a causa de la lluvia o a causa de rememorar tus besos y abrazos que tanto calor me dieron.

Bajo a la calle y decido irme caminando hasta el pinar que hay cercano a mi casa, tal vez allí encuentre una rama alta desde el que mirar al horizonte por el me imagino la llegada de tu figura y así es, me subo a la rama más alta, pero lo más que encuentro al mirar el horizonte son los pisos de la ciudad, los coches de las personas que han de ir de un sitio a otro y eso me hace pensar que yo solo quiero viajar ahora hasta tu cuerpo y acariciarlo entero, solo quiero viajar y sentir el nudo en el estómago al saber que te voy a ver de un momento a otro, viajar y sentir la esperanza de que aunque tenga que regresar estarás conmigo.

Las gotas de la lluvia resbalan por mi cara, y tu cara resbala por mi mente como un vago recuerdo que me hace llorar, llorar lágrimas saladas que al posarse en la comisura de mis labios hacen que me escuezan, pero no sé si me escuecen por eso o porque saben que tus labios están alejados de los míos, si me escuecen por recordar tus besos, si me escuecen por mirar el horizonte y ver solo los edificios y los coches de las personas han de ir de un sito a otro. El pelo mojado me acaricia el rostro y al cerrar los ojos parecen ser tu húmeda lengua acariciándome.

Tengo los pantalones empapados, al igual que el forro polar y que las zapatillas y pienso que cuando llegue a casa de mi madre me va a echar la bronca por no haberme cogido un paraguas que tapase mi rostro, mi ropa… pero la razón de no coger el paraguas y mojarme entera no es otra que quiero sentir mi cuerpo como está mi alma, empapada por las lágrimas de quienes quieran que provoque la lluvia y que por mas que llueva siempre vuelve a hacerlo inagotablemente. Inagotables son las imágenes que cada noche al acostarme en la cama en la que compartimos algo más que besos, vienen a mi mente para recordarme que tu olor aún está impregnado en sus sábanas y para recordarme que tu amor aún está impreso en mi corazón.

No sé si aparte de para tener que poner la ropa en el radiador, este paseo me ha servido de algo, no he conseguido el propósito de aclarar mis ideas, no he conseguido el propósito de dejar que mis lágrimas se enamoraran de las gotas de lluvia para así poder tener los ojos descansados durante al menos una noche y tampoco he conseguido el propósito de imaginarme donde y porque irán las personas que van en los coches para ir de un sitio a otro.

3 comentarios: