06 abril 2015

Guerra Civil Española (VI): Internacionalización de una Guerra Civil.

Internacionalización de una guerra civil
ABC

BenjaminGuerra Civil Española (VI): Internacionalización de una Guerra Civil.
Artículo … 1.476.
Categoría … Historia.
Publicado por … Benjamín Castro.

Aunque fueron causas eminentemente internas y fueron españoles los que dirigieron y padecieron las consecuencias de la Guerra Civil, no es posible concebir ésta sin determinados factores operantes en el contexto político internacional.

En primer lugar, la contienda se desarrolló en pleno crecimiento de los regímenes ordenancistas y en la disputa paneuropea entre demoliberales y filofasctistas. En este sentido no fue extraño que desde el comienzo de la Guerra amplios sectores populares y grupos antifascistas de toda Europa (en especial Francia y Gran Bretaña) y América (de Estados Unidos a México y Chile) se identificaron con la amenazada República Española. Por contra, numerosos miembros de los partidos únicos de los regímenes autoritarios de Alemania, Italia y Portugal no tuvieron problemas en apadrinar el levantamiento y ayuda material y humanamente a los sublevados, a los que les unían fuertes afinidades ideológicas.

Estas simpatías y afinidades se materializaron en una considerable participación directa en la Guerra de soldados extranjeros. Este segundo nivel supuso ya una clara internacionalización de la Guerra Civil, pues en los frentes de Madrid, el País Vasco o Aragón combatieron soldados voluntarios de media Europa a un lado y otro de las trincheras.

Pero la internacionalización definitiva del conflicto se realizó con la participación directa de varios Estados europeos en la misma. Ante el estallido de la rebelión militar, el Gobierno frentepopulista realizó una petición de pertrechos bélicos a León Blum, quién presidía el Gobierno Francés tras haberse impuesto en las elecciones de mayo encabezando la coalición del Frente Popular. Al mismo tiempo, Franco solicitaba ayuda logística a Hitler para transportar sus tropas en África hasta la Península; ayuda que le fue concedida en el plazo de horas, inaugurando una línea de colaboración que no se rompería hasta los últimos compases de la Segunda Guerra Mundial. Casi de inmediato se reactivaron los contactos que los monárquicos mantenían con Mussolini desde 1.932. Para ampliar definitivamente el círculo de participantes, tras algún tiempo de dudas, Stalin decidió ayudar con pertrechos militares a la República, lo que tuvo una influencia directa en el balance de poder político entre los partidos que la sostenían en beneficio del Partido Comunista.

Toda esta participación extranjera en la guerra se debe situar en un contexto político internacional con grandes tensiones. La inestabilidad estaba ocasionada por el cuestionamiento de la Europa salida de la Primera Guerra Mundial, diseñada en los tratados de paz de París (especialmente el de Versalles, que atañía a Alemania) y cuyo cumplimiento estaba teóricamente garantizado por la Sociedad de Naciones. La crisis económica producida por el crack de 1.929 había sembrado de tensiones sociales todos los países, pero fue Francia y Gran Bretaña, donde el temor al desbordamiento ideológico hacía más temerosos a sus gobernantes. Las potencias democráticas apenas podían impedir la multiplicación de actuaciones que rompían el status quo, en especial los intentos italianos de crear un Imperio en África y las reclamaciones territoriales alemanes en Centroeuropa. Ante el temor de un nuevo conflicto mundial Francia y Gran Bretaña estaban dispuestas a transigir en cuestiones que en principio aparecían como secundarias. Aunque a la vista de lo sucedido posteriormente parezca difícil de comprender, hacia 1.936 las potencias democráticas creían poder suavizar el régimen de Mussolini y refrenar el impulso expansivo hitleriano con la satisfacción de unas demandas puntuales, que además creían en parte justificadas.

Aunque causó sorpresa la intervención al lado de los sublevados españoles de los regímenes nazi-fascistas de Italia y Alemania, Londres y París no estaban dispuestos a correr el riesgo de multiplicar las tensiones ni aceptar riesgos por defender a la República. De igual modo que tampoco lo estuvieron ante la remilitarización de Renania unos meses antes, ni lo estarían con la anexión de Austria en 1.938 o la desmembración de Checoslovaquia en 1.939. De esta actitud nació la idea de impedir una alineación de bloques por identificación con los bandos contendientes en la Guerra Civil Española. En agosto de 1.936 se realizó una propuesta formal franco-británica para promover la no intervención internacional en la Guerra a la que se sumaron gran parte de los Estados Europeos, incluidos Italia, Alemania y la URSS.

Para garantizar esta neutralidad se creó el Comité de No Intervención, que entró en funciones en septiembre. Pero lo que no funcionó nunca fue la no intervención, pues Alemania e Italia continuaron enviando materiales y hombres en cantidades crecientes. Que desde el primer momento Hitler personificase su destinatario en Franco y sólo en Franco, al igual que acabara haciéndolo Mussolini, tuvo unas repercusiones extraordinarias en el futuro del General y sobre todo en el futuro Estado nacional. De igual modo, la URSS argumentó la colaboración nazi-fascista para justificar sus envíos en material y expertos militares; que éstos fueran destinados a ayudar a la República, pero exclusivamente a través del Partido Comunista, también tuvo unas repercusiones trascendentales en la evolución política del bando republicano.

La Guerra Civil española tuvo unos efectos muy importantes en la política internacional: completó la división del Europa en dos bandos enfrentados; complementó, junto con otros acontecimientos coetáneos, el derrumbe del orden internacional dictado desde Versalles; evidenció la ineficacia de la Sociedad de Naciones; y sembró de anuncios el futuro choque entre las democracias liberales y el fascismo.

Esta guerra nunca fue exclusivamente una Guerra Civil. De hecho, puede considerarse como una primera fase de la Segunda Guerra Mundial.

Fuente … Guerra Civil.

3 comentarios:

  1. No sabía que varios países europeos también estaban en el ajo.

    Besitos !!.

    ResponderEliminar
  2. O sea, que no funcionó casi nada, y causa de la primera fase de la 2ª Guerra Mundial.

    Un abrazo chiquitín !!.

    ResponderEliminar
  3. Países que no quisieron saber del tema, pero al final entraron al trapo.

    Salu2.

    ResponderEliminar