Reflexión de fin de año.
Artículo … 1.368.
Categoría … Relatos.
Publicado por … Bruno Fernández.
Cuando era niña recuerdo que la noche de Año Nuevo en mi caso siempre se vestía de lágrimas ,esa sensación que se me subía por el estomago llegando a formar un nudo en mi garganta y que no podía entender el porque así como lo entiendo ahora, recordando evocando esas noches en las que todo siempre estuvo dispuesto para esperar las 12 de la noche, el champaña, las copas, el arbolito encendido, la casa reluciente, mi madre bella como siempre pero ese día aún más, mi padre su imagen de hombre fuerte, grande, varonil, atractivo… siempre lo encontré tan atractivo, el haciendo siempre como a última hora un licor que aquí en Chile se usa mucho en estas fiestas el exquisito "Cola de mono "es un licor que se hace a base de aguardiente café y leche condensada y mucho hielo, y se envasa en botellas".
Todos los Chilenos lo preparan, pero el de mi padre era una receta diferente y el se lucía con todas sus amistades con su rico "Cola de mono" bueno nosotros que éramos cinco hermanos cada uno arregladito para esperar el nuevo año , mi padre preocupado de la hora y cuando ya faltaban minutos para las doce ya se aproximaba a donde todos estábamos y la radio encendida y empezaba ese infaltable y maravilloso “ 60 segundo, 59 segundo hasta llegar al FELIZ AÑO NUEVO “ y la indiscutible Canción Nacional que dicho sea de paso la nuestra es muy hermosa y empezaban los abrazos yo me iba inmediatamente a los brazos de mi padre creo que mas de alguna vez hasta le gane a mi madre, fui la primera en abrazarlo pero ahí viene lo curioso ,en sus ojos un poco antes de llegar las doce toda la vida se le llenaron de lágrimas por supuesto que a esa edad yo no encontraba explicación al hecho solo me sumaba al verlo, así mis ojos se nublaban igual que los de él y lo abrazaba fuertemente queriendo borrarle las lagrimas con mi abrazo cosa que no logré nunca pero ahí nos quedábamos unos segundos y sentía sus manos fuertes en mi espalda, me sentía tan protegida por él la verdad lo amaba, lo admiraba, lo adoraba, era mi referente mas grande de afecto.
Bueno, pasaron los años (transcurrió el tiempo) y siempre pero siempre antes de las doce, sus ojos se cruzaban con los míos y ambos nos abrazábamos fuertemente en silencio me comunicaba tanto amor en su abrazo que jamás nadie a podido llenar ese espacio que quedo vació en estas fechas.
Confieso que ya mas crecida entendía el porque de las lágrimas, muchas veces discordias con mi madre, otras problemas con algunos de sus hijos, otras problemas económicos, otras esa tristeza que no tiene razón.
Fundamentada, es la tristeza de un año más que se va… solo eso, pero las lágrimas fueron infaltables año a año.
Me hice adulta y duro muchos años esa sensación tan fuerte en el alma, minutos antes de las doce, hasta ya pasados muchos años fue desapareciendo sin mayor explicación, lo real es que desaparecieron en mi, mas no en mi padre, ahora solo lo miraba y me acercaba lo abrazaba cada abrazo de fin de año se fue haciendo más profundo me quedaba pegada a el mucho rato disfrutando de su cariño, de su fortaleza, de su olor, de su protección, como lo extraño es como un dolor aquí en el pecho que se me clava en estas fechas no se definirlo… es el dolor de las ausencias que te marcan los recuerdos, ausencias que añoras que no puedes olvidar.
Hoy a algunos días de terminar el año siento esa sensación de cuando era niña esa sensación de unas ganas de llorar tremendas, este año aun siendo exitoso en muchas cosas, las ausencias están presentes en mi en estas fechas marcadas en el corazón con fuerzas y las añoranzas también, evoque esos días porque mis ojos han vuelto a nublarse en estas fechas, y mas de seguro que la noche del 31 de Diciembre estarán presente mis lágrimas porque estoy en un ciclo de cambios solo le pido a mi padre que me tome de la mano y me las cambie por sonrisas desde donde este lo necesitaré esta noche de fin de año, mis ojos volverán a ser los de la niña de antaño con la única diferencia que hoy se porque las lagrimas vestirán mi rostro en esta despedida del 2.014, solo me resta decirles como en un poema mio “Bienvenidas lágrimas sagradas” un abrazo a todo quien me lea y me deje de mostrarles un poco de mi alma como digo siempre…solo les comparto porque la vida es compartir …
… ¡Feliz 2.015!.
Autora … Soledad Lanas Varela.
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