Mi primer trabajo.
Artículo … 1.286.
Categoría … El diario de Bruno Fernández.
Publicado por … Bruno Fernández.
Llega la vida de una persona en que se tiene que enfrentar a un nuevo reto en la vida, entrar ya en el mundo laboral. En mi caso, comenzó cuando tenía 17 años y con el curso de enfermería a la vuelta de la esquina y que tenía que pagar la matrícula y las mensualidades, ese mismo verano comencé a trabajar como camarero, gracias a un amigo de mi madre que era dueño de una cafetería.
En un principio mi madre se opuso porque sería complicado combinar estudios y trabajos y que se ofrecía para pagarme la matrícula, por el cual yo le dije que no quería depender de ella, porque ya me mantuvo 17 años y era el momento de valerme por mi mismo y así afrontar lo que me depararía el destino.
Recuerdo mi primer, que era un 1 de Julio, en pleno verano, cuando la ciudad de A Coruña se disponía a recibir a los turistas que se disponían a pasar sus vacaciones en la ciudad Herculina. Eran las 6h30 cuando me levanté y dispuesto a enfrentar este nuevo día laboral.
La cafetería hasta las 7h30 no abría sus puertas, pero el dueño se ofreció voluntario para darme clases rápidas de como usar la cafetera y hacer cafés con leche, cortados, manchados, etc…, pero que por el momento no podía atender a los clientes y mi encargo era limpiar las mesas y preparar los refrescos hasta que llegaba la tarde.
Así pasaron los días hasta que por fin el dueño me dijo que ya podía atender las mesas y preparar cafés porque ya dominaba la cafetera y así poder atender a los clientes con sus desayunos.
Pero lo más difícil fue usar la bandeja, que en un principio tuve que usar las dos manos y poner la bandeja en la mesa para poder atender bien a los clientes y así no provocar un estropicio.
Emilio (así se llamaba el dueño del bar), me dijo que cuando quisiera que me enseñaba a usar bien la bandeja hasta que consiguiese dominarla bien con una sola mano, por el cual 45 minutos antes de abrir la cafetería me daba clases.
Eso sí, llegaba a casa con los pies destrozados, quizás fuese la costumbre de estar sentado todo el día y al estar 10 horas de pie pues como que mis pies no estaban acostumbrados.
Apenas cuando la calle se encontraba abarrotada de mesas, las terrazas llenas de vida, obligaban a un grupo de camareros (al cual pertenecía) a trabajar sin descanso para poder absorber la ingente actividad que se les venía encima, gracias al calor, la vacaciones de la gente de la capital y en definitiva, la temporada fuerte de la hostelería.
Pero lo mejor, sin duda, fueron mis compañeros de trabajo, que también me ayudaron a que llevase de buena manera este duro oficio, por el cual llegaba a casa cansado, pero con una sonrisa en la cara porque socializabas con gente, conocías a personas majísimas.
Cuando terminé la carrera de enfermería, pues era el momento de decir adiós a mis compañeros y a mi jefe, por el cual siempre estaré agradecido por darme esta oportunidad, y hoy día, 13 años después sigo frecuentando la cafetería donde conseguí mi primer trabajo.
Todos recordamos con cariño nuestro primer trabajo.
ResponderEliminarUn saludo y te sigo leyendo.
Recuerdo cuando me llevaste a esa cafetería y todo orgulloso me dijeras que aquí era tu primer trabajo, realmente hay cosas que no se olvidan.
ResponderEliminarUn besito.
que chevere el recuerdo! yo tambien recuerdo con mucho detalle mi primer trabajo! ahi aprendi muchas cosas!! y tengo muy buenos recuerdos, muy buenos!!
ResponderEliminarYo también tengo muy buenos recuerdos de mi primer trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo chiquitín !!.
Mi primer trabajo fue en una fábrica de congelados, salía con unos sabañones jijijji.
ResponderEliminarUn abrazote.