03 octubre 2014

¡No me arrepiento!.

Bruno¡No me arrepiento!.
Artículo … 1.253.
Categoría … El diario de Bruno Fernández.
Publicado por … Bruno Fernández.

Joven desnudo

Sexológicos

Cada persona de este mundo carga con una historia, con una serie  de experiencias positivas y negativas que han colaborado en la construcción de una personalidad única e irrepetible y que, al mirar a los demás, no podemos evitar juzgarlos y, para ello, sólo contamos con nuestra memoria.

Las personas que viven su vocación plenamente, por ejemplo, suelen caracterizarse por mantenerse alejadas de las tendencias de la moda, refugiadas en su propio mundo, estudiando o preparándose durante largas horas y disfrutando de su vida de una manera auténtica.

Seguramente lo que os voy a contar ahora os resulte chocante, y que, seguramente haya jugado con los sentimientos de otra persona y que muchos seguramente me llaméis "cabrón" por hacerle semejante jugada a una mujer a la que siempre he respetado (y recalco lo de "he respetado") y que, por circunstancias de la vida tenemos un hijo en común y que según mi conciencia he obrado en su justo tiempo para no perjudicarla.

Y como dice el título de esta página de mi diario personal jamás me he arrepentido de lo hice.

Desde pequeño siempre me han gustado los tíos, eso jamás lo negaré, he follado y disfrutado con la compañía de un tío que con una mujer, para ser honestos con vosotros. Pero claro, al ser de una familia conocida en el barrio, pues a mis padres no encajarían bien y sobre todo el que dirán las personas allegadas a la familia de que un hijo te salga maricón (o gay).

En mi vida tuve que guardar las apariencias, ocultar algo que no era (de eso si que me arrepiento), mas bien hacer el paripé para tener contenta a mi madre que después de lo que pasó la podre mujer, pues un disgusto nuevo, la hundiría un poco más en la mierda.

Si habéis leído mi anterior página titulada "Como conocí a la madre de mi hijo" (pinchad para ver el enlace) os enteraréis un poco más de la historia.

Pues bueno…

Todo era luz y fantasía cuando estaba con esa mujer a la que hoy adoro y daría mi vida por esa persona, pasábamos las noches juntos y lo que pasa en una noche llena de pasión que al cabo de un tiempo pues me dijo que estaba embarazada.

A partir de oír que estaba en estado pues me empezaron a carcomer los remordimientos, pasando largas noches en vela pensando en que le había fastidiado la vida una mujer que no tenía culpa de mis actos y que, tarde o temprano tendría que enterarse de lo que pasaba. La culpa era tal que me sentía una mierda, un despojo humano, un miserable.

Y así pasó el tiempo y que, al tercer mes de embarazo y viendo que ya no aguantaba más pues antes de contárselo a ella, primero decidí "salir del armario" ante mi madre y mis hermanas.

En una cena en la que estábamos los cuatro juntos, decidí contarles la verdad, lo que realmente estaba pasando y pedirles consejo ante la situación en la que estaba viviendo.

Mis hermanas antes de nada me animaron porque me veían hundido y que me felicitaron por la confesión que había hecho ante ellas y mi madre.

¿Mi madre?, pues mi madre, digamos que se lo tomó bien, pero eso sí, tenía que contarle lo antes lo posible a "Pitufa" lo que estaba sucediendo.

Yo les dije bien claro: "Mi vida es mi vida y que la gente diga lo que quiera, porque tendrán sus vidas tan vacías que tienen que comentar la de los demás".

Y llegó el gran momento, dar el gran paso ante la mujer, la cual estaba esperando un hijo mío.

De aquellas teníamos 22 años y en un alarde de valentía decidí contárselo todo, sacar a la luz esa cosa que me atormentaba y que, seguramente, no me dejaría vivir tranquilo. Allí, delante de esa persona le conté todo.

La reacción fue negativa, para que os voy a contar, en un alarde de histeria me dijo que le había jodido la vida y que no esperaba eso de mí, que era un cabrón, un mamarracho y que me merecía el mayor de los males, a lo cual estuve 1 mes sin tener noticias de ella, llamándola por teléfono y rechazarme las llamadas, ir a su casa y que me daba con la puerta en las narices.

Un día, estando en casa, me llaman a la puerta, eran los padres de Pitufa que querían hablar conmigo sobre la jugada que le había hecho a su hija.

Yo les conté que había actuado a tiempo, que éramos jóvenes para rehacer nuestras vidas y que mejor momento que ahora que contárselo 40 años después, porque estábamos viviendo una mentira, que estaba engañando a una persona que no se merecía esto y que yo también me estaba engañando y solo por guardar las apariencias.

A la madre de "Pitufa" lo encajó más o menos bien, porque me dijo que haría lo posible para que volviese hablar conmigo y el padre, bueno, digamos que hoy en día me sigue teniendo el mismo asco que cuando se enteraron de la verdad, pero bueno, ya noto que cada vez que nos vemos ya no le doy tanto asco.

Al mes siguiente, apareció ella, que teníamos que hablar de la situación a la que estábamos viviendo.

Yo le dejé bien claro que si hacía falta que me encargaría de la mitad de los gastos del niño, de pasarle si era necesario una pensión mensual para que al nene no le faltase de nada, y así durante toda una tarde.

Al final llegamos a una reconciliación y lo que me dijo después me llegó al alma:
-- Y ahora como voy a tener un novio sabiendo que tengo un hijo a mi cargo –.
-- Nena, si pudiste camelar a un maricón, pues seguramente encuentres a una persona que te guste por lo que eres y no por lo que tengas a tu cargo. Y si no es así, no sabe lo que se pierde –.

Y tras un abrazo profundo, habíamos hecho las paces y ahora llevamos una relación buena y que el pasado 14 de septiembre de 2.013, la madre de mi hijo se casó con un hombre que si la quiere tal como es y que si Dios quiere y todo va bien, dentro de unos meses va a ser madre de nuevo.

Como dije antes, analizando todo lo que os he contado, no me arrepiento de lo hice (aunque hubo momentos, para que negarlo), porque sé que he actuado a tiempo para que esa persona pudiese rehacer su vida.

4 comentarios:

  1. No es motivo para arrepentirse, hiciste lo correcto.

    Salu2.

    ResponderEliminar
  2. No te debió ser fácil hacer el paripé, sobre todo cuando amigos o familiares de la familia opinen y suelen decir cosas que no deberían.

    Sobre todo también por el "que dirán" y tienes que crear una fachada en tu contra.

    Cuando leí el diario de hoy, pues me sorprendió, para que negártelo, pero una cosa hiciste bien, dejar que la otra persona rehiciese su vida.

    ¿Arrepentirte? Hombre, es un poco fuerte, pero me remito a lo que dije antes, pero ahora tienes un hijo y eso es lo más importante del mundo.

    Un saludo y te sigo leyendo.

    ResponderEliminar
  3. Por lo menos cuando te sinceraste le dejaste las cosas claras y como dicen los anteriores comentarias hiciste lo correcto para que esa chica rehaciese su vida y tuviese un final feliz toda esta historia.

    Un abrazo chiquitín !!.

    ResponderEliminar
  4. Un artículo sincero, yo también opino lo mismo que los demás, es bueno que actuaras a tiempo para no joderle la vida a esa persona.

    Salu2.

    ResponderEliminar