1.121 | Erase un viaje de fin de curso.
Y todo esto te cuento.
Alumnos de 8º de E.G.B del Colegio "Lagunas 3", actual "Mestre Vide" (1.995).
Todo alumno que cursa su último año en colegio, instituto o universidad es ir planeando el destino del viaje de fin de curso, en mi caso y como podéis ver en la foto nuestro destino fue Barcelona y Andorra.
Cuando estaba en 8º de E.G.B, que así se llamaba la educación en los noventa pues tuvimos una pequeña disputa por saber cual sería nuestro destino. unos querían Madrid, otros Torremolinos, vamos, que cada alumno decidió una ciudad distinta de la geografía española.
Como nadie tenía claro el destino, nuestro profesor de música nos propuso algo distinto, pasar un día en Barcelona y los 5 días restantes practicar el esquí en una estación de Andorra (concretamente la estación Soldeu el tarter), teniendo un hotelito cerca de dichas pistas.
Al parecer la idea cuajó entre los alumnos y por mayoría absoluta decidimos que era sería nuestro viaje de fin de curso, por el cual me pareció un viaje entretenido, distinto.
Salimos del colegio un sábado a las 19h30 con destino Barcelona, por el cual estaríamos toda la noche de viaje, haciendo de vez en cuando varias paradas para ir al baño, cenar, entre otras cosas, llegando a la ciudad condal el domingo sobre las 10 de la mañana.
Nuestro día en Barcelona fue muy provechoso, visitamos el Museo de las Ciencias, el zoológico donde vimos a "Copito de nieve", la Sagrada Familia para terminar subiendo el Tibidabo, haciendo que nuestro día en la ciudad condal fuese maravillosa.
Bien entrada la tarde, cogimos el autocar que nos llevaría hasta Andorra y llegamos bien entrada la noche al hotel. El profesor de música nos dijo que teníamos que levantarnos sobre las 7h30 de la madrugada para estar sobre las 8h15 en las pistas de esquí, así que nada más cenar cada uno tendría que irse a su habitación a descansar.
Ese mismo día no hubo fiesta, porque después del palizón entre el viaje a Barcelona, la estancia en dicho día y el viaje a Andorra pues como que no tendríamos el "chichi para farolillos".
Sobre las 7h30 del día siguiente, nuestros profesores fueron habitación por habitación para despertarnos y que bajásemos al comedor a desayunar para recargar las pilas e ir directamente a las pistas de esquí.
Allí no esperaban los monitores para aquellos alumnos (entre los que me incluyo) que no tenían ni pajolera idea de esquí y que empezaríamos por una pista suavecita para ir empezando a practicar tan noble deporte.
En un principio parecía fácil, pero todo cambiaría cuando nos metiésemos en una pista mediana, cosa que los más expertos ya se metían directamente en las pistas negras, con una destreza y con una habilidad que lo envidiosos deseaban que se espetasen contra un árbol o un poste mientras bajaban dicha pista.
Aunque más de uno sufrió alguna que otra magulladura o simplemente otros se fueron de vuelta a casa calentito.
Todas las noches en que estábamos en el hotel era pura fiesta, reuniéndonos hasta las tantas de la madrugada jugando y armando jaleo hasta un punto que los profesores nos llamaron la atención varias veces.
Así fue nuestros días en Andorra hasta que tuvimos que volver a nuestro destino, o sea, a casita.
Resultado: Cuatro alumnos con la pierna escayolada, 2 con el brazo en cabestrillo, entre otros que acabaron magullados.
Fue una excursión de fin de curso que será difícil de olvidar.
» Celso Bergantiño.
Jajajajajaja... ¡Me mató la canción! jajajajajaja.
ResponderEliminarUn saludo y te sigo leyendo.
Un fin de curso "accidentado" jejejeje.
ResponderEliminarUn besito.
Lo importante es que os lo pasasteis bien.
ResponderEliminarSalu2.
Las "sevillanas pijas", qué gran jitazo.
ResponderEliminarMe mató el vídeo... ¡que bueno!.
ResponderEliminarUn abrazote.