Una nochevieja movidita.

997 | Una nochevieja movidita.
Noches de alcoba.
Relato no recomendado para menores de 18 años.

Filmvz Portal

Esto que a continuación vais a poder leer ocurrió en una nochevieja. Habíamos montado una fiesta en casa de Pablo, un amigo. Íbamos a ir todo chicos, ya que las chicas habían hecho una fiesta para ellas. A la fiesta fuimos Eric, Guille, Fede, Pablo y yo.

Empezamos la fiesta con picoteo, sandwiches… pero también alcohol. Entre todos nos bebimos 2 botellas de Ron Bacardí, y claro, a la media hora, íbamos mareados todos.

En eso que nos sentamos y empezamos a sacar temas, y salió el de sexo. Y dentro del sexo el que tenía la polla más grande:
-- Los que sí tienen una polla grande son Carlos y Guille ¡Que la enseñen! –. Dice Pablo.

Mi polla mide 16 centímetros, no es muy grande. La de Guille debe de ser por el estilo. Nos habían visto las pollas al cambiarnos, ducharnos…
-- Os la enseñamos si alguien nos hace una mamada –.

Enseguida todos levantaron la mano ofreciéndose a comérnosla. Nosotros tuvimos que elegir. Yo elegí a Eric, ya que me he masturbado muchas veces pensando en él, ya que su físico me atrae y es súper simpático.

Guille eligió a Pablo.

Eric se me acerca y le dije:
-- ¿Seguro que me la chupas? –.
-- Sí, quiero tu aparto en mi boca –. Me dice Guille.

-- ¿Y me puedo correr dentro? –. Le dije.
-- Sí, pero no me lo voy a tragar –. Me responde.

Así que me obligaron a desnudarme, mejor dicho, me desnudaron ellos y me tumbé en la cama de los padres de Pablo. Eric se acercó y se metió un poco la polla. Luego se la metió entera y empezó un frenético sube y baja con su boca. Yo estaba a 100.

Esa excitación no la había tenido nunca. Se notaba que Eric disfrutaba. Al final, no pude más y me corrí en su boca. Grité que ese había sido el mejor orgasmo de mi vida y le dije a Eric que se lo recompensaría.

Luego, también desnudaron a Guille, y Pablo empezó a chupársela lentamente. Pero a mitad se paró, pero no se la quitó de la boca. Como estaba borracho del todo (se había bebido una botella de Ron) empezó a hacer chorradas con la polla de Guille. Al final le tuve que decir que acabara o se la metía yo por el culo.

Al final acabó, pero no se corrió en su boca, y se formó el estropicio de semen en la cama de los padres de Pablo. Una vez hecho esto, Guille y yo que seguíamos desnudos, dijimos que nos queríamos duchar.

En la casa había una ducha de esas que solo hay un plato pero que lanzan chorros de hidromasaje. Al final dijimos que nos íbamos a duchar todos.

Yo desnudé a Eric y nuestras pollas empezaron a chocar, estaba súper cachondo, en la ducha habían manos que tocaban culos, pollas. A mi me tocaron varias veces el culo y la polla. Encendimos el hidromasaje y empezamos a chillar. Fue divertido.

Cuando salimos, Pablo repartió toallas para todos y dijo que nos secáramos los unos a los otros. Yo sequé, como no, a Eric. Empecé por los pies y fui subiendo. Cuando llegué a su polla le masturbé un poco y me dijo que parara, que luego si yo quería.

Él me secó sin mayores incidencias.

En eso propuse que nos fuéramos todos a una habitación para seguir jugando. Ellos se metieron en una, pero Eric y yo nos metimos en otra sin que se enteraran. Le cogí la polla a Eric, que por cierto, es casi igual que la mía y empecé a masturbarle y le dije que eso era por que antes me había hecho una mamada, pero paré y me la metí en la boca. Se la mame como sabía y se corrió en mi boca antes de lo que esperaba.

Mantuve el semen en mi boca y le di un morreo donde le pasé su semen y de su boca lo tiró al suelo. Nos tumbamos en la cama para hablar, pero entraron todos, y como íbamos medio borrachos, decidimos que haríamos como si ellos no estuvieran. Así nos masturbamos varias veces, nos las mamamos, y todos los demás formaron un corro alrededor nuestro y se empezaron a correr encima nuestro.

Se fueron, y Eric me dijo:
-- ¿Sabes qué.?. Que no he probado nada de alcohol –.
-- ¿Ah, si?. Pues entonces eres gay –. Le dije.
-- Si. Quizás te apetecería que quedáramos más a menudo para explorarnos mutuamente –.
-- ¡Está bien! –. Le contesté –.

Quedamos otros días, pero lo que ocurrió forma parte de otra historia.

» Bruno Fernández.