04 septiembre 2013

Aún sé lo que hice el último verano.

816 | Aún sé lo que hice el último verano
El diario de Bruno Fernández.

Dibujo veraniego
Ingenio y salud

El pasado 20 de agosto os conté un breve resumen de mis vacaciones de verano bajo el título "Sé lo que hice el último verano" por el cual os conté dos anécdotas que me había sucedido en dos playas que de seguro recordaréis.

Al parecer vuestra reacción fue algo discordante, ya que fuisteis varios que quisisteis saber que pasó con los cuatro amigos portugueses y también lo que pasó en la famosa cueva de la playa de Bascuas.

Pues bien, os voy a contar lo que sucedió (hay que ver lo cotillas que sois, cariñosamente hablando) en esas dos situaciones en dos artículos, pero si me lo permitís, va a quedar exento en este artículo las escenas subidas de tono, porque creo que no sería de buena persona contar las aventuras sexuales de cada uno.

Bajo el título "Aún sé lo que hice lo que hice el último verano" os relataré como quedó la cosa entre los portugueses y en Bascuas.

Como os dije en el artículo anteriormente mencionado, estaba en la playa nudista de Maspalomas con mis hermanas y mis cuñados mientras que el resto de la familia estaba con mi madre, "Pitufa" y su futuro marido con los niños haciendo una compras.

Al cabo de un rato aparecen unos chicos de Portugal (tres en concreto), el acento les cantaba una barbaridad y se pusieron a unos metros de donde estábamos nosotros, mientras que yo no le quitaba el ojo a uno de ellos.

El caso es que una de mis hermanas debió de darse cuenta de mis intenciones y convenció al resto para ir al agua porque hacía mucho calor y porque no aguantaba más en la playa.

Una vez que me dejaron solo, un portugués empezó el ritual de apareamiento y lanzándome miradas lujuriosas para ver si picaba en el anzuelo y me dirigiese a él, y la broma era que el me gustaba era el otro… pero bueno, también estaba de buen ver.

A medida que el portugués estaba con el ritual y como mi soldadito no es de piedra, fue cogiendo forma hasta llegar a su máximo esplendor y me volví boca abajo para que el portugués no se diese cuenta, por el cual cuando mi soldadito se empezaba a relajar y tapándome con la mano me dirigí al agua para refrescarme… ¡que calores por Dios!.

Una vez que volví a la toalla, me encontré con la siguiente sorpresa: en mi toalla había una tarjeta con la dirección de un hotel y en el reverso de ella ponía lo siguiente…. "nos molas, nos gustaría que te reunieses con nosotros en el hotel donde nos hospedamos", cuyo final de la tarjeta estaba escrito un número de móvil.

A partir de ese momento empezaron a surgir dudas sobre si ir a dicho hotel o quedarme en casa con el resto de la familia.

Al final una de mis hermanas y la mujer de mi hijo me convencieron para que fuera a la cita, me puse un pantalón corto negro y una camiseta blanca, con unas sandalias color blancas también y les mandé el mensaje al titular del número para concretar la cita: "Quedamos a las 22h30 en la terraza del hotel donde os hospedáis".

A lo cual me contestaron: "De acuerdo".

15 minutos antes de la hora estaba en el hotel donde se hospedaban los amigos y tras pedir una bebida estaba esperando impacientemente a que los chicos hiciesen su aparición.

Diez minutos después de la hora acordada, aparece uno de ellos y se sienta a mi lado, después de una charla me picó la curiosidad por saber que pasó por 2 de sus amigos y me contestó que estaban en la habitación haciendo unas cosas y que bajarían y al cabo de un rato aparecieron los dos restantes.

Estando los cuatro tomando algo empezaron con la batería de preguntas hacia mi persona hasta que el portugués me me molaba me empezaba hacer preguntas sobre sexo… ¿Quería saber mis preferencias para llevarme a la cama?.

Un par de copas después y ya que los amigos tenían la suficiente información sobre mi persona, pues quisieron ir más allá, invitándome a la habitación para hacer algo más "provechoso".

Después de un rato de "locura" salgo del hotel con una leve sonrisa de la cara pues después de tanto no me lo había pasado tan bien como aquella noche.

Cuando llegué a casa de mi hermana (serían las 3h30 h.i), ella estaba dormida en el sofá viendo la tele.

La desperté para que se fuera a la cama y que mañana le contaría lo que había sucedido esa noche… sin entrar en detalles bastante "calientes".

Así que amigo búho o amiga lechuza esto fue lo que pasó durante la noche "portuguesa", perdonad si no entré en más detalles y que próximamente seguiré con la historia de Bascuas.

Bruno Fernández | @BrunoFdz

6 comentarios:

  1. Me ha gustado... sin caer en lo burdo por el cual parece que eres una persona respetuosa.

    Un saludo y te sigo leyendo.

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  2. Debió de ser una buena noche... eh! pillín!... Estoy deseando que llegue la historia de Bascuas :P.

    Un abrazo chico !!.

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  3. Por lo menos te lo pasaste bien :P.

    Un abrazo chiquitín !!.

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  4. Con tres a la vez, me quito el sombrero ;)

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  5. Menuda fiesta de sexo te montarías...

    Un abrazo !!.

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  6. Vamos has tenido un verano múltiple por lo que veo. Ejem... que estás hecho un triunfador, viciosín!

    Bicos ricos

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