720 China: La Guerra del Opio
El Gobierno de las dinastías imperiales chinas duró por siglos. A veces su Gobierno se hizo férreo y corrupto, causando gran sufrimiento. En todo caso, los chinos por la mayor parte se aislaron. Así es que, hasta los últimos dos siglos China tuvo muy poco contacto con el mundo exterior, y casi ninguno con Occidente.
Pero entonces, aproximadamente hace dos siglos, las potencias occidentales comenzaron su penetración en la China. Estos países, principalmente los de Europa, ejercieron una presión creciente para tratar de obtener una posición establecida en China durante los años 1.700. Obtuvieron esa posición, así es que para los años 1.800 su influencia era un grave problema para los chinos.
Al principio, la penetración occidental solo fue un puesto para comerciar que estableció Gran Bretaña en Cantón en 1.715. Más tarde, Inglaterra se vio acompañada allí por comerciantes franceses, holandeses y norteamericanos.
Los mercaderes occidentales querían las riquezas de China. También querían vender a los chinos los productos europeos. De este modo, los comerciantes tendrían dinero para comprar las mercancías chinas. Pero, por lo general, China expresaba poco interés por las mercaderías occidentales.
Pero entonces, los comerciantes occidentales hallaron algo que podían vender a los chinos: opio, una droga narcótica. Pronto llegó a ser uno de los principales artículos que se enviaba a China.
Viendo el mal efecto que el opio tenía sobre su pueblo, el Gobierno Chino proscribió su importación. Aunque esto hizo la droga ilegal, no detuvo su tráfico. Muchos comerciantes comenzaron a contrabandear el opio dentro de China, puesto que lo hallaban muy provechoso.
Para 1.839 el volumen de opio que se contrabandeaba a China había aumentado enormemente. Lo que en un principio había sido un volumen de solo unas pocas toneladas de opio por año ahora era un raudal de varios miles de toneladas por año.
No es difícil de ver por qué los chinos consideraban a los occidentales como bárbaros. Aunque los europeos afirmaban que estaban introduciendo una cultura superior en China, junto con los misioneros de sus iglesias, los chinos lo consideraban como conquistadores extranjeros.
Todos los acontecimientos que ya habían tenido lugar bastaban para irritar sus mentes orientales en contra de las naciones de la cristiandad y de sus sistemas de cultura, economía, política y religión. Sin embargo, más había de venir…
"La Guerra del Opio" que mantuvieron China y Gran Bretaña entre los años 1.839 y 1.842.
El desencadenante del mismo fue la introducción en China de opio cultivado en la India y comercializado por las Indias Orientales, administradora de la India.
Esta sustancia constituía una importante fuente de ingresos para los británicos y servía para equilibrar su balanza de pagos con China al compensar el gasto de las ingentes cantidades de té Chino que Gran Bretaña importaba.
Como comenté antes, el comercio del opio fue rechazado y prohibido por el Gobierno Chino. La puesta en práctica de la abolición recayó sobre el comisionado imperial Lin Zexu.
Los emisarios enviados por los comerciantes británicos e indios quejándose por el quebranto que tal prohibición causaba a sus intereses decidió a la Corona Británica a enviar una flota de guerra que finalmente derrotó a la China.
Como consecuencia de este descalabro el emperador chino tuvo que firmar el "Tratado de Nanking", por el que se obligaba a China al libre comercio (incluido el opio) con Inglaterra, a través de cinco puertos (entre ellos, el más importante, Cantón) así como a la cesión de la Isla de Hong Kong durante 150 años.
Este conflicto y su resolución a favor de la potencia imperialista británica facilitó la irrupción en el escenario de otras potencias como Estados Unidos, Francia y Rusia que forzaron a China a firmar diversos convenios que han recibido la denominación de "Tratados Desiguales". Como consecuencia de ellos, en 1.860 China se vio apremiada a abrir otros 11 puertos al comercio exterior con el correspondiente menoscabo de su soberanía.
La impotencia China para conservar su independencia frente a las potencias imperialistas se acentuó aún más tras la derrota frente a Japón (1.894 – 1.895), que le costó importantes pérdidas territoriales, así como a raíz de la "Sublevación de los Bóxers" en 1.900.
Fuente | Clases de Historia / Mundo Historia
Celso Bergantiño (@moradadelbuho)
¡Menuda guerra!... no me quiero ni imaginar como sería eso.
ResponderEliminarUn saludo y te sigo leyendo.
Interesante artículo... ya de aquellas había guerra por el opio.
ResponderEliminarUn abrazo chico !!.
Había oido hablar sobre esta guerra (creo que en un capítulo de los Simpson el Sr. Burns lo mencionaba), pero bueno... no deja de ser interesante.
ResponderEliminarSalu2.
Yo me imaginaba a todos "fumaos" mientras batallaban xD.
ResponderEliminarUn abrazo.
El poder y la ambición mueven los cimientos de cualquier civilización.... Besotes.
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