Érase una Semana Santa.

  675     El diario de Bruno Fernández: Érase una Semana Santa  

Cofrades de Viveiro

Ya llevaba un tiempo planeando las vacaciones de Semana Santa porque ya que tenía 4 días libres después de haberme chupado dos huelgas generales trabajando a doble turno (16 horas de trabajo seguidas) y solo descansar 8 horas para después volver a trabajar y aparte también de sustituir a dos compañeros de trabajo y comerme otros 2 dobles turno pues estaba colapsado, anulado.

Unas semanas antes de dichas vacaciones pues negocié con esos dos compañeros para que me sustituyeran en el turno de noche y como me prometieron que en Semana Santa me iban dar dos días libres pues así aprovechaba y cogía 4 días del tirón (Del jueves al domingo).

Cuando ya lo tenía todo planeado miro el parte del tiempo diciendo que iban dar lluvia pues digamos que me cagué en todo lo cagable y poniéndole velas al santo de turno para que el hombre del tiempo se equivocase e hiciese un sol de justicia o me conformaba conque no lloviera.

Pues nada, no hubo manera, llovía y llovía de tal manera que pensé que en vez de coger el coche, cogía una lancha motora para desplazarme por A Coruña, Madrid y Barcelona (que es donde pasé estos días).

Lo tenía todo organizado, llamé a mi hermana de Barcelona para decirle que íbamos a estar tres días de invitados en la ciudad condal pero antes íbamos a pasar el día a Madrid para que mi hijo conociese los grandes monumentos de Madrid como el Santiago Bernabéu, el Vicente Calderón entre otros monumentos.

Pero claro, antes tendría que pedirle permiso a la madre de mi hijo, no vaya ser que tuviese planes para el crío y no ilusionarlo con algo que al final no iba a hacerse realidad, pero bueno, al final no tuvo planes y pudo pasar las vacaciones conmigo.

Salimos de Alvedro el Jueves por la mañana temprano para ir a Madrid y después coger el AVE que nos llevaría Barcelona y pasar dichos días en casa de mi hermana.

Llegamos a Madrid sobre las 12 de la mañana y teníamos tiempo de sobra para que el niño conociese un poco la capital de España, pasando por el Congreso de los Diputados, La Puerta del Sol, La Puerta de Alcalá para después comer un buen cocidito madrileño para llenar el estómago y así visitar los campos del Santiago Bernabéu y el Vicente Calderón, pero nos quedó pendiente una visitilla al Parque de Atracciones.

Por la tarde ya cogimos el AVE que nos llevaría a Barcelona, mi hijo estaba emocionado porque tanto oír sobre este tren que no veía el día para cogerlo y así fue, aunque el pobre estuvo tan cansado que durmió casi todo el viaje con la cabeza apoyada en mis rodillas, ¡pobre!.

Bueno, llegamos a Barcelona, allí nos esperaba mi hermana, nos instalamos en su casa y comenzamos a cenar y nos dijo que para el Sábado podríamos ir a Andorra a pasar el día y ya de paso hacer unas compras para mi hijo, su madre y para mí, ¡que demonios!.

Durante el viernes también hicimos turismo por la ciudad condal, visitando Las Ramblas, La Sagrada Familia, un paseo por el zoo, subir por el tibi dabo, etc y así por la tarde visitar el santuario de mi hijo, un santuario llamado Camp Nou o Nou Camp (mi hijo es del barsa, por eso del santuario de mi hijo).

Cenamos temprano para así el sábado levantarnos temprano y aprovechar bien el día de visita a Andorra, visitando su capital "Andorra la Vella”, una maravilla, rodeado de nieve… ¡que gustazo!, después de hacer las compras pues nos volvimos para Barcelona ya que el Domingo cogeríamos un avión que nos llevaría de nuevo a casa.

Llegamos A Coruña el domingo por la tarde, mi hijo me dijo que estos cuatro días se los pasó muy bien y que ojalá pronto volvamos a visitar a su madrina.

Yo en general, climatología aparte, también me lo pasé bien, así de paso también conocía Barcelona, que solo fui 1 vez y fue cuando mi hermana se marchó a vivir allí.

Con ver la cara de mi hijo con las fotos que le hice, me sentí contento, porque si mi hijo quedó con ganas de más es que porque hice las cosas bien y quise que se lo pasase bien.

Bruno Fernández (@BrunoFdz)