601 La emigración gallega
La emigración, según Alberto Martí (El Mundo)
Fueron los miles de hombres y mujeres que tuvieron que abandonar su tierra, bien por razones económicas o de trabajo, bien por razones políticas, los que asentaron las bases de lo que es hoy el gallego en el mundo.
Esa diáspora tuvo varias fases. La primera comenzó ya en el siglo XVIII, cuando miles de gallegos salieron a trabajar como jornaleros a las tierras andaluzas, castellanas y portuguesas. Entre 1.860 y 1.936 se localizan la mayor parte de los flujos de población gallega con destino a Cuba, Argentina y Brasil.
Las décadas de postguerra fueron de retroceso de un campo que no logró su definitivo despegue, y éste muy condicionado al régimen de propiedad y de extensión de la tierra, hasta la década de los 80. En cuanto a la industria a partir de los años 60 se inició una vertiginosa industrialización, centrado en las zonas costeras y orientado a los sectores del aluminio, de la construcción naval y la industria del automóvil. Esto llevó consigo una aceleración del proceso de urbanización y la aparición de importantes núcleos obreros.
Hay que destacar en este siglo el fenómeno de la migración, que si bien durante el siglo XIX ya había venido produciéndose, fue una constante durante el siglo XX tanto a nivel transoceánico, como a Europa o dentro de España.
Esta emigración era mayoritariamente masculina, dejando en Galicia a mujeres y niños, "As viudas de vivos e as viudas de mortos" (Las viudas de vivos y las viudas de muertos) de la escritora Rosalía de Castro.
Tras la Guerra Civil se cierran las fronteras a la emigración durante unos años (excepto a los exiliados políticos), pero ya en la década de los 50 se reanuda la emigración hacia Argentina y, un nuevo destino, Venezuela. Al mismo tiempo comienza la emigración gallega a los países que más adelante describiré.
Argentina jugó el papel de capital espiritual de Galicia. Allí se realizó un enorme trabajo de la mano de hombre de la talla de Castelao, Eduardo Blanco Amor, Luis Seoane, Lorenzo Varela, Rafael Dieste, Lois Tobío…
A la radio se le sacó mucho provecho para la difusión de los valores culturales gallegos y del pensamiento galleguista. En Montevideo (Uruguay), el 3 de septiembre de 1.950 salió al aire por ver primera el programa "Sempre en Galiza", el cual todavía hoy sigue en antena, emitido íntegramente en gallego. Luis Seoane promovió otros programas en Argentina, que no se pudieron realizar en gallego por imperativos del contexto político.
La emigración a América (como he comentado antes) fue predominante hasta los años 60; desde estos años la tendencia se dirigió a Europa en la que progresó de modo continuo hasta la crisis de 1.973. Los principales países de destino fueron, por este orden: Suiza, Alemania Federal, Francia, Países Bajos, Gran Bretaña, Austria y Bélgica. En conjunto, estos estados recibieron (a través del Instituto Español de emigración) a 288.000 gallegos entre 1.961 y 1.980.
Las migraciones interiores fueron de menor significación que las exteriores, y se caracterizaron por ser de tipo familiar antes que individual, siendo el País Vasco, Barcelona y Madrid los principales destinos.
La emigración ha marcado, en cierto modo, una época en las manifestaciones culturales y en los intelectuales gallegos en las décadas de los 70 y buena parte de los 80, muy concienciados con la problemática que supuso el fenómeno de la emigración.
Con el paso del tiempo va siendo testigo del nacimiento de asociaciones, "irmandades", sociedades y centros que reúnen los emigrantes gallegos como colectividad con carácter propio. El objetivo básico de estas agrupaciones es la protección de sus asociados frente a las grandes dificultades que se les presentaban en un medio ajeno. Sería interminable la lista de Centros y Casas de Galicia hoy activas a lo largo de la geografía europea.
La emigración dentro de España no fue menos importante, si bien menos numerosa. En la actualidad, muchos Centros Gallegos y Casas de Galicia repartidas por España desarrollan una remarcable actividad cultural que facilita el continuo conocimiento de la identidad gallega.
Fuente | Galego
Celso de Ourense (@moradadelbuho)
Muchos gallegos que tuvieron que emigrar por causas laborales o por causa de la guerra civil, pero gracias a ellos seguimos teniendo esa herencia que por siempre nos marcará.
ResponderEliminarUn saludo y te sigo leyendo.
Fueron muchas causas como tu mencionas sobre la emigración, me ha gustado este artículo.
ResponderEliminarUn abrazo chico !!.
Siempre que se habla de emigración pienso dos cosas, por un lado, ya debe de ser triste tener que salir de tu patria, o de tu tierra, si se prefiere, para buscar unas condiciones de trabajo y de vida mejores, pese a los sacrificios y la distancia, pero debe de ser aún más dolorosísimo el tener que hacerlo presionado por una tierra que no te acepta, o no te quiere, por tus ideas, sean las que fueren, eso debe de ser desgarrador para cualquier persona....
ResponderEliminarMi abuelo materno fue un emigrante que estuvo en Argentina 20 años, hasta que decidió volver a Galicia.
ResponderEliminarSinceramente, estoy de acuerdo con @Observatorio, salir de tu tierra debe de ser lo más triste en la vida de una persona.
Buen reportaje.
Salu2.
Uhmm, mira tú, que tengo ahí en proyecto escribir en serio sobre temas por el estilo. Haber estudiado economía y ser fan de la historia, además de gallego y de estudiar la historia familiar, da para contar un montón de cosas sobre la emigración... cada vez le tengo más ganas a ese proyecto. Ya veremos en qué queda.
ResponderEliminarBicos ricos
Interesante artículo sobre la emigración de los gallegos, además Argentina está considerada la 5ª provincia gallega.
ResponderEliminarUn abrazo !!.
En mi familia, menos mi madre, que era la pequeña y tenía que cuidar, kunto con mi abuela de los hijos de los hermanos, emigraron todos, incluido mi abuelo.
ResponderEliminarUn beso
Nela