514 El Partenón de Atenas
Erigido entre los años 447 y 438 a.C en la Acrópolis, el Partenón es uno de los monumentos más importantes de la antigua civilización griega, además del edificio más representativo de toda Grecia.
En Atenas, en lo alto de una colina de 80 metros de altura, se alza el Partenón, uno de los edificios más representativos de la historia del arte. Según los autores antiguos, este templo dedicado a la diosa atenea fue erigido encima de otra edificación (sus restos de aprovecharon como zócalo para el Partenón), destruída por el ejército persa en 480 a.C
La llegada al poder del estratega Pericles en 462 a.C suscitó la oposición de algunas polis como Esparta, quejosa de que los atenienses se apropiaran de parte de los fondos de la Liga para restaurar la Acrópolis. Unos años más tarde se convocó a las ciudades-estado para debatir el problema de los templos arrasados por los persas.
Atenas debía recuperar el añorado esplendor. Dicho proyecto se financió con el tributo de los aliados y generó muchos puestos de trabajo. La importancia de la reforma confirió una dimensión simbólica al edificio, tanto por su contexto histórico como religioso; el templo se dedicaba a la protectora de Grecia, la diosa guerrera y de la sabiduría.
El edificio del Partenón, construido en mármol blanco del Monte Pentélico, fue concebido para albergar la imagen de oro y marfil de Atenea Parthenos, una colosal estatua de doce metros de altura. Con unas dimensiones aproximadas de 70 metros de largo y 30 de ancho, el Partenón estaba rodeado por columnas en todo su perímetro, 8 en las fachadas principales y 17 en las laterales.
En el friso se representaba la procesión de las Panateneas, el festival religioso más importante que se llevaba a cabo en Atenas. A lo largo de las cuatro caras del edificio se desarrollaba la escena incluyendo más de 300 figuras humanas, dioses y bestias.
Los encargados de llevar a cabo el proyecto fueron los arquitectos Ictino y Calícrates junto con el escultor Fidias. Las obras comenzaron en el 447 a.C y finalizaron en tan solo 10 años, coincidiendo con la fiesta de las Panateneas. Sin embargo, los trabajos escultóricos se demoraron bastante más.
Conceptos como elegancia, majestuosidad y belleza se tradujeron en un pórtico de ocho columnas, el peristilo, la cella donde se albergaba la estatua de la divinidad o la estacia adyacente con el tesoro de Atenas.
A lo largo de los siglos el Partenón ha sufrido diferentes transformaciones que han ido deteriorando el edificio a pasos de gigante. Entre los años 1.208 y 1.258, el interior del Partenón albergó una iglesia bizantina, y en 1.458 fue transformado en una mezquita.
En 1.687 fue utilizado como polvorín por los turcos, los explosivos sufrieron una detonación y el Partenón pagó la consecuencias. Más tarde, entre 1.801 y 1.803, los ingleses expoliaron gran parte de los detalles decorativos del Partenón. Lejos de ser devueltas a sus legítimos dueños, estas piezas aún se exhiben en museos como el Museo Británico de Londres.
Después de tantos y tan variados avatares, aún no había terminado el cúmulo de desgracias que afectarían al edificio del Partenón y en 1.894 se vio afectado por uno de los terremotos más importantes en la historia de Grecia.
Hoy en día aún continúan las labores de conservación y reconstrucción en el edificio del Partenón. Se encuentra rodeado de grúas y elementos de contención, pero todo esto no es suficiente para eclipsar la magia del impresionante edificio.
Aunque Atenas es una ciudad que tiene mucho que ofrecer a sus visitantes, probablemente la imagen que todo el mundo tiene en su cabeza antes y después de realizar el viaje sea la del edificio del Partenón.
Fuente | Atenas
Celso de Ourense (@moradadelbuho)
Una maravilla visitarlo, yo estuve hace años y realmente me fascinó tanto como la ciudad de Athenas.
ResponderEliminarUn saludo y te sigo leyendo.
Yo tenía pensando visitarlo el verano pasado, pero viendo lo que está pasando en Athenas pues me dijeron que no era recomendable.
ResponderEliminarEso si, la historia del Partenón es fascinante.
Un abrazo chico !!.
Uhm, pues yo no conocía apenas su historia, y sin embargo, las cuestiones relativas al arte si, que es de lo poco que se estudia en Historia. Bueno, espero poder visitarlo en cuánto me sea posible.
ResponderEliminarbicos Ricos
Pues tuvo muchos usos el Partenón, pero no deja de ser una obra fascinante.
ResponderEliminarSalu2.
Había datos que desconocía como los usos que tuvo el Partenón.
ResponderEliminarGenial artículo.
Un abrazo !!.
¡La verdad es que un monumento así, puede dar gracias a Dios, o a sus dioses -mejor dicho- de haber sobrevivido, y no al paso del tiempo, sino a la estupidez humana, por Dios, qué forma de tomarla hemos tenido con el pobre edificio...jejeje!
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