311 El encuentro No recomendando para menores de 18 años
No podía evitar mirar el reloj a cada momento, sólo faltaba media hora para que por fin nos viésemos en persona por primera vez, con sólo imaginar verlo entrar por la puerta de la habitación del hotel me empezaban a temblar las piernas y se me aceleraba el corazón.
Se llamaba Daniel, nos habíamos conocido por internet, nos caímos bien, hablamos, intercambiamos fotos, él me gustó y yo le gusté… empezamos a hablar casi a diario, una cosa llevó a la otra… hasta que acabamos practicando cibersexo varias veces por semana.
Nos pasábamos horas delante del ordenador y a veces incluso nos llamábamos por teléfono, fantaseábamos con conocernos en persona, e incluso empezamos a planearlo, sería en una ciudad a medio camino de las nuestras a ser posible un fin de semana entero.
Por fin llegó el fin de semana tan esperado, tres días para estar juntos para dedicarlos a darnos placer el uno al otro, habíamos quedado en la habitación del hotel, una increíble suite con una enorme cama, jacuzzi, equipo de música… llevábamos tanto tiempo planeando el encuentro que deseábamos que fuese perfecto.
Yo llegué un poco antes que él, subí a la habitación, era perfecta, no faltaba ni un detalle, llamé al servicio de habitaciones y pedí una botella de cava y dos copas. Para la ocasión me había dejado el pelo suelto, me había puesto una minifalda negra y un corpiño sin tirantes a juego, que dejaba al descubierto mis hombros bronceados, medias y botas negras de caña alta con un taconazo finísimo que quedaban perfectas en mis piernas, por supuesto me había puesto un liguero muy sexy y un minúsculo tanga que apenas tapaba unos centímetros mi anatomía, me había depilado el coño más que nunca especialmente para la ocasión y no tenía más vello que un pequeño triángulo en el publis, estaba como loca por verle y sólo faltaban unos minutos.
Llaman a la puerta, tiene que ser él, mi corazón se acelera, giro la manilla y abro, ahí está de pie, sonriéndome, “hola preciosa” (pienso: Dios mío que me voy a desmayar), sonrío y consigo responder con un “hola” pese a que el corazón parece que me vaya a salir por la boca. Me mira de arriba a abajo, parece que le gusta lo que ve, “estás preciosa”, doy un paso hacia atrás y él entra en la habitación, deja sus cosas en el suelo y cierra la puerta, todo ello sin dejar de mirarme y sonreírme. Lleva unos vaqueros y una camisa negra, está guapísimo.
Se acerca a mi, me coge por la cintura sin dejar de mirarme a los ojos y me atrae hacia él, el primer contacto de sus manos me volvió loca, inclina su rostro hacia el mío, con una mano me acaricia el pelo echándolo hacia atrás y me coge suavemente por la barbilla, mi corazón se acelera, acerca su boca a la mía, puedo sentir su aliento en mi cara, nuestros labios se tocan, al principio tímidamente, después se abren y dejan paso a nuestras lenguas locas por encontrarse, un cosquilleo eléctrico me recorre la columna.
Mientras me abraza con fuerza, el beso se va haciendo más profundo por momentos, hasta convertirse en un apasionado beso, siento que su respiración se acelera, en ese momento no puedo dejar de escapar un gemido, mis manos rodean su cuello acariciándole el pelo, mientras las suyas resbalan por mi cadera hasta llegar al final de falda y se introducen dentro de ella, nota que llevo liguero y responde con un “ummmmm”. Con un gesto me sube la falda hasta la cintura, noto que está muy excitado y eso me excita aún más…, comienzo a quitarle la camisa, me muero por perderme en su pecho desnudo, acaricio con mi lengua sus pezones, los muerdo suavemente.
Mientras él acaricia mis nalgas y con una mano perversa recorre el hilo del tanga y tira de él haciendo que me apriete el coño, noto que ya estoy mojada, su bulto en la entrepierna se hace cada vez más evidente, no me lo puedo quitar de la cabeza. Una de sus manos sigue jugando con mi tanga y recorriendo la hendidura por donde desaparece, la otra sube hasta mi pecho, baja la cremallera del corpiño y me lo quita apenas sin darme cuenta, no llevo sujetador y eso le gusta…, cuando su mano acaricia uno de mis pechos me estremezco, mis pezones están durísimos. Entonces me susurra al oído “qué suave estás cielo”, me besa el cuello y continúa hacia abajo hasta encontrarse con mis pezones que al contacto con sus labios y su lengua se ponen más duros todavía, otro gemido se escapa de mi boca, mis manos juegan con su pelo, echo la cabeza hacia atrás y arqueo la espalda mientras él me sujeta por la cintura y continúa besándome a su merced, juega con la lengua en mi ombligo, me vuelve loca, sigue bajando y lame mi piel en el borde del minúsculo tanga haciéndome estremecer, de repente se para, haciéndome quedar con esa incertidumbre, y luego lo vuelve a hacer, le encanta jugar conmigo.
Detrás de sus manos agarran mi culo con fuerza, cogen el tanga y lo comienza a bajar lentamente, mi corazón va a explotar, mi coño queda desnudo frente a su cara, cuando lo ve dice: “precioso”, “¿te lo has hecho para mi?”, le digo que “por supuesto”. Entonces coge una silla y me hace poner un pie encima, dejándome completamente abierta delante suyo… en ese momento ya sólo tengo puestas las medias negras, el liguero y las botas. Acaricia la entrada de mi coño con sus dedos, dice “cariño, ¿te estás derritiendo?” se ríe, me río, acerca su boca a mis labios y los separa con la lengua, comienza a lamer mi clítoris mientras mis piernas se estremecen, mi respiración se hace más sonora, el contacto de su lengua caliente y el roce su barba con el que siempre he fantaseado me excita aún más. Ahora lleva la lengua a mi rajita y me la mete dentro, otro gemido de placer, siento que me voy a correr, ahora aprisiona mi clítoris con sus labios y comienza a chupar y a dar lametones mientras un dedo travieso se mete dentro de mi rajita y sale… entra… ahora dos dedos… tres… y comienza a hacer un “mete-saca” cada vez más rápido. Estoy tan caliente que no puedo parar de gemir, comienzo a mover la cadera, lo agarro del pelo, él nota que me voy a correr y acelera más el ritmo, acabo corriéndome sin remedio gritándole que no pare y gimiendo sin parar con su boca y sus manos haciéndome maravillas…
Cuando acabo se levanta, sigue sonriéndome, esa sonrisa pícara me vuelve loca, me agarra por la nuca y me besa apasionadamente, noto el sabor de mi sexo en su boca mezclado con el suyo… Me arrodillo delante de él, le quito los zapatos, los calcetines, comienzo a desabrocharle el pantalón, lleva un bóxer negro, lo bajo poco a poco junto con su pantalón hasta que lo tengo completamente desnudo delante de mí. Su polla parece a punto de explotar, acaricio sus nalgas con las manos mientras juego con mi lengua en su ombligo, en su cintura, le doy pequeños mordiscos, eso le excita más si cabe, voy bajando mi cabeza cada vez más, besándole y dándole lametones.
Cuando tengo su polla enfrente de mi cara, la cojo con la mano, humedezco bien los labios y le miro, le encanta verme, acerco mi boca a la punta, abro la boca ligeramente y dejo que note mi aliento caliente, ahora la acaricio con la lengua un poquito, oigo como gime mientras yo noto como mi sexo se humedece de nuevo, ahora comienzo a lamer lentamente toda su polla desde la base hacia arriba, humedeciéndola toda una y otra vez, mientras sigo lamiendo, con la otra mano agarro los huevos que están durísimos, me apetece saborearlos, así que los empiezo a lamer, estoy llena de su olor y su sabor, la cabeza me da vueltas, veo que no aguanta más.
Lamo de nuevo su polla desde la base pero ahora cuando llego arriba continúo lamiendo la punta y luego recorro todo el borde del capullo con mi lengua una y otra vez hasta que me lo meto en la boca, espero unos instantes, lo quiero atormentar un poco, comienzo a bajar lentamente y me la meto todo lo que puedo en la boca, está enorme, me quedo así unos segundos, haciendo que se desespere, y entonces vuelvo a metérmela de nuevo, deslizándome por ella arriba y abajo rítmicamente, oigo como gime, en ese momento y sin dejar de chuparla, dirijo un dedo a su ojete y comienzo a masajearlo suavemente…
Cuando veo que se relaja, lo introduzco un poco, el gime de placer, empiezo a hacer círculos en su interior, noto que su polla va a explotar en mi boca y cómo su cuerpo se convulsiona levemente y grita, siento su semen salir, sigo chupando sin parar, saboreándolo, me encanta su sabor, me lo trago todo y sigo chupando ya más lentamente hasta que acaba, con una mano me acaricia la cara y me hace levantarme.
Nos besamos abrazados, ahora los sabores de los dos se funden en nuestras bocas en un cóctel exquisito haciendo que no queramos parar…
Joder con el encuentro... ¡se lo pasaron pipa!.
ResponderEliminarUn abrazo chico !!.
Geniales tus fantasías... quien pudiera!!
ResponderEliminarUn besote.
destroy114
Y esto ha sido un encuentro sexual o el principio de algo más bonito? Yo es que soy un romántico empedernido.
ResponderEliminarBicos ricos
Magistral!
ResponderEliminarGood morning in the afternoon...
ResponderEliminarYo pienso que hay algo más y no solo es un encuentrso selual como dice Pimpf.
Salu2.