El orgasmo femenino.

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El orgasmo femenino ha sido siempre un tema de interés y de fascinación. A diferencia del orgasmo masculino, visible por la eyaculación de semen, el orgasmo femenino carece de señales evidentes que prueban la obtención del orgasmo. Es quizás por eso que el orgasmo femenino ha sido tan misterioso para hombres y mujeres.

El orgasmo en la mujer causa una sensación de goce y relax, a la vez que se generan tónicos muy saludables ya que se ejercitan los músculos de la vagina y también otros músculos y articulaciones. Se produce un aumento en la circulación sanguínea, a la vez que crece la actividad de la glándula pituitaria.

Otros de los cambios físicos que se producen en la mujer es que se estimula la tiroides y hay secreciones de los ovarios. Muchas personas recomiendan la actividad sexual para bajar de peso.

Las distintas etapas e la relación sexual generan cambios fisiológicos y también emocionales. Esos cambios físicos pueden ser tanto genitales como en otras partes del cuerpo también, por otra parte las reacciones psicológicas son más difíciles de clasificar porque dependen de cada persona.

La respuesta extragenital femenina se puede identificar en un aumento de los pechos y erección de los pezones, un tono ruborizado en la piel, especialmente del pecho y vientre. También hay un aumento del ritmo respiratorio y de la presión sanguínea.

La relación sexual que culmina con el orgasmo tiene cuatro etapas identificables:

Fase de excitación | Puede durar sólo unos minutos o varias horas después de iniciada la estimulación erótica. Por lo general, esta fase se inicia 10 a 30 segundos después de haberse iniciado la estimulación. Físicamente la mujer experimenta la lubricación, expansión o crecimiento de la vagina, el hinchamiento de los labios mayores y menores de la vagina, clítoris y senos. Además, hay un aceleramiento de los latidos del corazón, de la presión arterial y de la respiración.

Fase de meseta | Los cambios experimentados en la etapa de excitación se acentúan. Los labios vaginales se engrosan y cambian levemente de color, además, las paredes vaginales se llenan de sangre y el orificio vaginal crece. El clítoris se llena de sangre y se vuelve erecto. Al igual que en la primera etapa, los latidos del corazón y el pulso continúan acelerándose. Además, los músculos de los muslos, caderas, manos y nalgas se tensan. En esta fase, se puede dar un enrojecimiento de la piel, que por lo general se da en el estómago, pechos, hombros o cara.

Fase del orgasmo | Es la etapa clímax del ciclo, y es por lo general la etapa más corta, durando sólo unos segundos. En esta etapa, la mujer experimenta una serie de contracciones musculares involuntarias en la vagina, útero y/o recto, las cuales resultan muy placenteras. El número y duración de las contracciones depende de cada mujer. En esta etapa, la velocidad de respiración, pulso y presión arterial llegan a su máxima aceleración. La tensión muscular llega también a su punto más alto, acompañados por lo general de reflejos musculares en las manos y pies.

Fase del orgasmo | Se caracteriza por el retorno a un estado de reposo. Esta fase puede durar de 5 a 60 minutos. En esta fase, el útero y el clítoris regresan a sus posiciones normales, ocurre un relajamiento de los músculos, el enrojecimiento de la piel y la hinchazón de ciertas partes desapareces. Durante, esta fase, algunas mujeres pueden responder a estimulación adicional luego del orgasmo, a diferencia del hombre.

Es importante resaltar que todas las mujeres son capaces de tener orgasmo, para ello es necesaria la estimulación de las zonas erógenas (La identificación de las zonas erógenas es indispensable para poder hacer una correcta y placentera estimulación).

La estimulación de las zonas erógenas debe hacerse de la manera correcta y durante el tiempo que sea necesario. Estos factores serán responsables de cada mujer, lo ideal es tener una buena comunicación con la pareja sexual para poder orientar a la persona y disfrutar ambos de la experiencia.

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Fuente | Tu guía sexual.

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