Amy Winehouse, la voz del “Rehab” con final inesperado.

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Como si se hubiese tratado de un epitafio, Amy Winehouse estuvo perseguida por la letras de la canción con la que el mundo más la recuerda: “The fried to make me go to rehab but I said ‘no no no’” (Ellos intentaros llevarme a rehabilitación y yo dije no, no y no), dice el comienzo de “Rehab”.

Desde pequeña, sus oídos estuvieron influenciados por el jazz cuando en casa de su padre cantaba a gritos, melodías del gran Frank Sinatra. Unos años después trazaba su camino a la música componiendo con una guitarra en mano a la edad de 14 años, pero también sumaba peleas, y riñas, lo que definió también su conducta en el escenario musical..

Su voz se impuso en varios pubs y locales de Londres (Inglaterra), donde la artista sin duda, marcó una pauta. Llegó a ser comparada con Sarah Vaughan, Macy Gray, convirtiéndose en una de las mejores cantantes británicas de la época.

Esa aceptación por parte del público se vio reflejada de inmediato cuando publicó en 2.003 su primer álbum de estudio: “Frank”. Si bien esta producción no obtuvo grandes galardones, hizo que la artista fuera invitada a presentarse en el Festival de Glastonbury, lo cual fue una puerta de entrada a demás escenarios del ámbito mundial.

Pero sería su disco “Back to black” el que definiría el éxito de la británica. Cinco premios Grammy en una sola noche: “Mejor nuevo artista”, “Grabación del año”, “Canción del año”, “Mejor interpretación femenina de pop” por su canción “Rehab” y “Mejor álbum pop vocal” por “Back to black” llevaron a Winehouse a la fama.

Sus cinco gramófonos dieron prueba del asombroso talento que esta mujer transmitía en sus interpretaciones. Una pálida y delgada joven ingresaba al gran combo de las talentosas cantantes de soul, jazz y R&B que han dado la vuelta al mundo con sus potentes voces.

Si bien sus presentaciones en público nunca fueron ostentosas o llenas de bailarines y puestas en escena impresionantes, bastaba solo con oír sus primeros coros para poder apreciar su talento. Sin embargo, sus excesos, problemas de drogas y constantes depresiones condujeron a la artista a su final.

A sus 27 años, el número que ha marcado la muerte de otros músicos como Kurt Cobain y Jimi Hendrix, Amy. Una voz que se silencia pero que sin duda, a través de “Rehab”, “You know I'm no good”, “Back to black”, “Love is a losing game” o “Tears dry on their own”, será recordada como una de las grandes artistas de su género en la escena musical.

Fuente | Terra.

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