Cajón desastre.
Artículo … 1.462.
Categoría … Teleautopsia.
Publicado por … Celso Bergantiño.
En 1.988, los niños nos quedamos "huérfanos", televisivamente hablando. "La bola de cristal" dejó de emitirse; se fue joven convirtiéndose así en programa de culto por los siglos de los siglos. Llenar ese vacío que dejaron Alaska y sus electroduendes en nuestros corazones y asumir la tarea de entretener a los niños en esas mañanas de sábado, iba a resultar difícil. Pero entonces llegó "Cajón desastre", y con él, una nueva mini-revolución.
Cierto es que "Cajón desastre" era más políticamente correcto, o, mejor dicho, apolítico. Nadie nos explicaba las teorías marxistas o defendía el capitalismo. Pero, como programa contenedor, dio cabida a formatos que supusieron nuevos hitos: una nueva forma de hacer humor (Faemino y Cansado) series de éxito que acabaron "volando" solas (como la del alienígena más famoso, "Alf") e incluso fue, el precursor de las sitcom españolas con su espacio "Pase sin llamar".
El mayor mérito de "Cajón Desastre" como programa era su empeño en gustar a todos los niños de la casa, independientemente de su edad. Era, literalmente, un cajón desastre donde todo tenía cabida: dibujos, pruebas sobre patines, la emisión de series míticas y espacios de producción propia. Un baúl lleno de sorpresas que iban siendo desveladas por una jovencísima Miriam Díaz Aroca, que dio con este programa el gran paso de azafata a presentadora; un trabajo que le valió la nominación al TP de oro en 1.990 como mejor presentadora y que le abriría otras puertas aún más grandes en el futuro.
Como magazine, se estructuraba en secciones; en este caso, una "para cada hermano". Los contenidos se ajustaban a diferentes franjas de edades, diferenciando así tres grandes partes en el programa: dibujos animados, pensados para niños de hasta 9 años; las actividades, que contaban con la participación de los "chavales" de hasta 14 años y una sección final llamada a a atraer a los teenagers de la casa (suponemos que se eran los últimos en levantarse), con series que forman parte ya de nuestra memoria colectiva, actuaciones musicales y otros contenidos.
Actuaciones musicales al más puro estilo guateque de garaje de grupos por aquel entonces de moda (No me pises que llevo chanclas, Siniestro Total o Los Refrescos, además de otros menos conocidos) y demás "variedades" completaban la sección juvenil. Allí se daban cita Jordi Bertrán con sus espectáculos de títeres, Juan Tamariz con su espacio 'Magia Street' o el humor irreverente de Faemino y Cansado, que se estrenaban en televisión con su sección 'Cinema Desastre'.
La excelente capacidad de Miriam Díaz Aroca para comunicar, su juventud y su dinamismo tuvieron mucho que ver en el éxito de este programa que buscaba entretener y divertir, pero también educar, con una conductora que se mostrara cercana y que empatizara con los niños y niñas. Supo darle identidad al programa y los espectadores respondieron eligiendo a este magazine como el mejor programa infantil y otorgándole así dos premios TP de Oro en 1.988 y 1.989.
En marzo de 1.991 Televisión Española decidió dejar de emitirlo, para sustituirlo por un nuevo espacio de concursos.
Fuente … ¡Vaya tele!.