En un pequeño bosque cercano.
Artículo … 1.426.
Categoría … Noches de alcoba.
Publicado por … Bruno Fernández.
Relato no recomendado para menores de 18 años.
Tenía yo entonces 19 años, y mi amigo Pablo acababa de cumplir también los 19, con el carnet de conducir recién sacado y con su coche de segunda mano que acababa de adquirir. Así que quería estrenarse con el coche, por lo que aquella noche fuimos al lugar donde suelen ir las parejas en una zona apartada de la circulación.
Ya habíamos tenido relaciones sexuales desde los quince años, siendo compañeros de instituto. Cuando se consolidó nuestra relación de "follamigos", a falta de un lugar de encuentros adecuado solíamos montárnoslo en un parque público cercano a nuestra casa cuando oscurecía y nos excitaba que alguien pudiera observarnos, por eso al llegar al sitio, en lugar de quedarnos dentro del coche, bajamos y nos acomodamos en el suelo con una mantita que ya llevábamos para la ocasión.
Enfrascados en el calentamiento preliminar, podíamos ver a otra pareja que, dentro del coche, estaban ya follando pues se movían descaradamente y se les oía bastante al tener la ventanilla bajada, cosa que nos puso más calientes si cabe.
Seguíamos con nuestros juegos cuando otro vehículo aparcó muy cerca del nuestro, paramos al ver que de su interior bajaban 4 chicos, nos cortó un poco el rollo y no nos movimos hasta que se fueron andando, adentrándose en la espesura del pequeño bosque en el que estábamos.
Por un momento pensamos en irnos de allí a otro sitio, pero yo ya estaba muy salido e insistí en seguir con lo nuestro, que no no molestarían, solo tuve que volver a acariciarle un poco y no puso pegas, le fui comiendo las tetillas y bajando con mi lengua por su vientre llegué a su polla, le encanta que le hagan esto, él ya no pensó más en el grupo de chicos, justo cuando me incorporé un poco para pasar a mayores, oímos unos gritos que sin duda eran de placer (el grupo de cuatro, parecía que querían amargarme la noche, cada vez que estaba a punto tenían que molestar), Pablo no quiso seguir, dijo que le ponían nervioso. Y allí nos quedamos, oyendo murmullos y gritos ahogados que a él le cortaba el rollo y a mi cachondo, por un momento me pasó por la cabeza ir a espiarlos y se lo dije, primero dijo que no, pero luego se animó un poco y pensando que a nosotros nos gustaba sentirnos observados se decidió en acercarse.
Seguimos el camino que habían tomado ellos y efectivamente, allí estaban, ahora vistos con más detenimiento vi que eran jóvenes, debían rondar los 20 años (tres de ellos) y unos 18 el otro chico. Estaban montándose una buena fiesta, uno de ellos estaba estirado en el suelo con otro chico sentado en su polla, el cual a su vez de mientras le chupaba la polla a otro, el cuarto masajeaba el culo del que cabalgaba, y los huevos del primero.
De repente noté un escalofrío que me recorría la espalda, estaba muy cachondo pro no haber podido hacer nada antes, así que mientras veía el espectáculo, empecé a tocar el culo de Pablo, mientras con la otra mano me sacaba mi polla y empezaba a pajearme.
Pablo, que también se puso caliente, se pasaba las manos por las tetas y la polla (aún iba desnudo), se puso de rodillas y empezó a chuparme la polla mientras yo veía el espectáculo, cuando caí en la cuenta me corrí…
Fue todo muy rápido, entre lo aturdido que estaba y lo sorprendido que estaba Pablo con toda la leche en la boca, cuando me quise dar cuenta, teníamos al grupo encima nuestra, nos llevaron al pequeño claro en que estaban, nos llamaron mirones y cuando se tranquilizaron un poco se dieron cuenta de que Pablo estaba desnudo, y un reguero de leche le salía todavía por el labio, y yo aún tenía la polla fuera. El más joven, que era el líder del grupo exclamó:
-- Estos cabrones se lo han pasado bien a costa nuestra, me parece que vamos a tener que cobrar por el espectáculo –.
Mientras decía esto, empezó a tocar el culo de Pablo, jugando con los dedos en la entrada del orificio. Él, empezó a ponerse nervioso, que no lo hiciera, pero no le hizo caso y su polla empezó a crecer otra vez, ellos estaban desnudos y se notaba que la situación les excitaba, ordenó que me ataran con los cinturones a un árbol, intenté resistirme, pero la verdad, sin mucho convencimiento, la situación me excitó a mi también, aparentemente al único que no le hacía ninguna gracia era a Pablo.
Allí estaba yo, atado y con la polla fuera mientras veía a mi amigo como le tocaban por todas partes, los primeros lamentos se convirtieron en gemidos al poco rato, le estaban dando un repaso con las lenguas y las manos que no creo que pudieran aguantar mucho sin correrse.
Adrián, que así se llamaba el líder de la banda, le pasaba la polla por la boca, mientras que Rodrigo y Diego se turnaban en comerle el culo y la polla, con lo que yo sabía que le gustaba. Diego era el más joven, David, que parecía el más corpulento, estaba trabajándole el culo con los dedos y la lengua.
Pablo se corrió ostensiblemente mientras apretaba las cabezas de los chicos contra su polla y su culo, ahora Adrián le comía las tetas mientras Rodrigo le comía a su vez la polla. Yo viendo todo aquello estaba con la polla más tiesa que nunca. David le hizo arrodillarse, a lo que Pablo no pudo resistirse, y empezó a pasar su capullo por el culo, Pablo decía que le haría daño pero con la mano se lo abría a la vez que con la otra se acariciaba la polla, Adrián se abrió de piernas delante de Pablo y le obligó a meter la boca en el ojete para que se lo comiera, cosa que se puso a hacer, primero con algo de reparo, pero después hundió la lengua hasta dentro.
Rodrigo se puso debajo de Pablo, con si fuera hacer un 69, pero se encontró con la polla de David que le dijo que se la lubricara, que iba a metérsela de una vez, y empezó a chupársela, y en aquella posición se la metió a Pablo de un solo golpe, éste gritaba de gusto y cuando David se la sacaba para ir alternando el culo de Pablo con la boca de Rodrigo suplicaba que volviera a meterla.
Yo estaba como loco con lo que veía, estaba a punto de explotar sin habérmela tocado y les gritaba que me soltaran. Diego, que se había quedado fuera de esa nueva postura se acercó a mi, yo le suplicaba que me dejara participar, que estaba muy caliente y que también quería follar con ellos, él me miraba y fijándose en mi polla sin decir nada se arrodilló y empezó a chupármela, callé de golpe, sorprendido, y volvió a recorrerme el extraño escalofrío por la espalda de antes, estaba descubriendo que también me gustaban ver como otros chicos se lo montaban con mi amigo, y si además a la vez la forma como me la chupaba aquel chico, era maravilloso, le dejé hacer y al poco me corrí, un gran chorro de leche le llenó la cara pero viendo que no se bajaba pues mi excitación era muchísima volvió a ponérsela en la boca para disfrutarla un poco más, me dijo que era la polla mas grande que había chupado y no quería acabar tan pronto. Yo también estaba disfrutando muchísimo y además viendo aquel espectáculo todavía más, Pablo también estaba con la cara empapada del líquido preseminal de Adrián.
David se levantó y se acercó a mi, era el único que sólo se había corrido una vez entra la boca de Rodrigo y el culo de Pablo. Me miró como disfrutaba con la mamada de Diego, yo miraba su polla tiesa delante de mi, en aquel momento me dijo:
-- Voy a encular a uno de los dos ¿A quién? –.
Yo no dije nada, solo levanté un poco el culo, ofreciéndoselo, sin atreverme a decir que quería aquella polla para mi. Me desató, me llevó junto a Pablo, que estaba besándose con Adrián y me miró sin decir nada, me puso a cuatro patas y empezó a chupar mi culo, creí morir de gusto, su lengua entraba cada vez más hasta que por fin empezó a acompañarla con un dedo.
Llamó a Diego y diciéndole que aprendiera hizo poner a mi amigo junto a mi haciendo que Diego le hiciera lo mismo que hacia él. Pablo y yo, en la misma posición, uno junto al otro empezamos a sentir los mismo, nuestros culos estaban siendo preparados para una polla de una manera magistral, con tres dedos dentro yo ya estaba a punto, a él con dos bastaron pues la polla de Diego era más pequeña, por fin notamos los respectivos capullos como se apuntalaban en nuestros orificios, empezaron a entrar, primero suavemente, luego mas fuerte, hasta que por fin, de un solo golpe la metieron hasta dentro, gritamos de placer, abriéndonos los culos con las manos.
Nos corrimos todos casi a la vez, noté la leche de David en el interior de mi culo, caliente y espesa mientras Rodrigo la soltaba en mi boca sin sacar su polla por lo que me la tuve que tragar, la que se salió me la acabó de chupar Pablo con su lengua que le había quedado libre después de acabar con Adrián y notando como su culo también se llenaba de leche que resbalaba hasta sus huevos y que le hizo correrse dos veces casi seguidas.
Nos estiramos en el suelo, habían pasado 40 minutos pero parecían horas, habíamos descubierto nuevas sensaciones y nuevos placeres que por supuesto seguiríamos explorando.
Los cuatro chicos se vistieron y se fueron sin decir casi nada más, mientras nosotros nos quedábamos allí, derrengados y exhaustos, al cabo de un rato nos levantamos y sin decir nada, nos miramos y nos besamos, fuimos hacia el coche.
Al llegar en el parabrisas había un teléfono, a ellos también les había gustado y no sería la última vez que nos viéramos.
