¡Ay, Carmela!.
Artículo … 1.333.
Categoría … El diario de Bruno Fernández.
Publicado por … Bruno Fernández.
Carmela Menéndez es una madre orgullosa del esfuerzo que ha hecho por sus tres hijos, por el cual, uno de ellos le dedica esta página de su diario.
Desde pequeña tuvo que irse de su casa, pues su padre no la quería (quería que fuese un niño) y tuvo que buscarse la vida para ganar dinero. Se tuvo que ir a vivir a casa de sus abuelos maternos y fue desde ese momento que su mayor ilusión era ser enfermera.
A los 18 años conoció al hombre que al principio la respetaba, pero al pasar el tiempo se fue dando cuenta de que era el cabrón más grande que ha parido este planeta. Durante muchos años fue víctima de violencia machista, esa violencia silenciosa que hoy en día sigue siendo esa lacra que era difícil de erradicar.
Pero un día se armó de valor, cogió a sus hijos y se fue a casa de su mejor amiga a vivir esa nueva vida que le aguardaba.
Comenzó a luchar con la vida, sola, sin la ayuda de nadie, sacando adelante a tres hijos que la idolatraban, dos de ellas hoy están fuera de Galicia viviendo su vida al lado de sus maridos e hijos.
Pero las desgracias de Carmela no terminarían con la violencia de su marido.
Hace 10 años, le fue diagnosticado un cáncer de pecho, pero ella no se rindió, ya bastante ha sufrido como para que este puto cáncer le volviese a amargar la vida, fueron meses duros y cuando ya no tenía las bastantes fuerzas como para seguir luchando, las buscó donde fuese para este cáncer no la tumbara. Sabía que sus tres hijos estarían a su lado para que no se rindiera y sabía que si se rendía ella, también se rendirían sus hijos.
Pero ella lo consiguió, consiguió vencer al cáncer, ¡una luchadora, nata!.
Carmela sabe que el pasado nunca olvida, una vida llena de ironías y batallas que no consiguieron acabar con ella.
Ahora Carmela tiene desde hace unos años, un nuevo amor, un nuevo hombre que la respeta tal y como es, porque nunca le gustó estar sola y esta persona le hace olvidar el pasado, que no regrese, dándole lo que se merece a esta mujer especial.
Carmela nunca dejó de soñar, fue la fe la que la mantuvo con vida, siempre luchó y vivió por sus hijos, sabiendo que el pasado no olvida, con una vida llena de ironías, de batallas y gallardías.
Hoy en día, Carmela tiene 63 años, tiene 6 nietos y una pareja estupenda. Ahora si que encontró la felicidad después de tantos años de amargura, de luchar contra viento y marea ante las batallas que le puso la vida.
Así es la vida de Carmela, ¡mi madre!.
