1.230 … Ría de Viveiro, un bello rincón en la Mariña Lucense.
Galicia, maravilla por descubrir.
En pleno Cantábrico, el mar se funde con la desembocadura del Río Landro y forma la Ría de Viveiro.
Esta ría está salpicada de preciosas calas y playas como "Area" o "Covas" (que alcanza 1,5 kilómetros), muchas con bandera azul. La Ría es también muy apropiada para el submarinismo, ya que además de una singular fauna y flora marina, en la Ría de Viveiro hay más de 30 naves hundidas, algunas son los restos de una terrible batalla naval durante la Guerra de Independencia.
Desde el puente de la Misericordia hasta las encauzadas aguas de la ría donde desemboca el río Landro, el remodelado puerto deportivo de Viveiro nos descubre sus bien acondicionadas y modernas instalaciones. Situados en la escollera apreciamos toda una amalgama de yates y embarcaciones deportivas distribuidas por sus siete pantalanes con 225 puntos de atraque. Dotado de múltiples y cómodos servicios, en sus cerca de 20.000 metros cuadrados de superficie de tierra y 28.000 de agua con un calado de 3 a 7 metros, atracan barcos de hasta 12 metros de eslora y disponen de suministro de combustible, rampa de varado, grúa, etc., lo que lo convierte en uno de los destinos preferidos para navegantes deportivos del noroeste peninsular.
Viveiro, destino turístico por excelencia del litoral cantábrico, entre sus múltiples atractivos ofrece al visitante todo un muestrario de amplias y bien dotadas playas como las de Sacido, Abrela, Portonovo, la urbana de Celeiro o la de Area, ésta última con 1.200 metros de longitud y un promedio de entre 80 y 30 metros de anchura, con paseo peatonal paralelo, buen número de establecimientos de hostelería y un albergue juvenil. Pero, de entre todas ellas, la más concurrida es la de Covas. Situada al final del estuario, su fina y blanca arena se extiende por espacio de dos kms., hasta el roquedal que la separa de la de Seiramar, y dispone de una anchura de entre 150 y 30 metros. Un agradable paseo peatonal, tamizado con jardines y diferentes elementos artísticos, discurre por las inmediaciones aproximándonos a la zona residencial. Entre los servicios dotacionales, puesto de asistencia y socorro, camping, diferentes locales de hostelería y esparcimiento y pabellones deportivos.
Otra aproximación a la riqueza del mar nos lleva hasta Celeiro, donde en el transcurso de las últimas décadas se ha construido uno de los puertos pesqueros más importantes del litoral cantábrico. Allí tienen su base, según censo reciente, más de cuarenta buques de gran sol y seis espaderos de gran altura; una veintena de barcos artesanales, cerca de quince arrastreros; cuatro de cerco, dos de volantas y diez de bajura, lo que supone unos mil tripulantes. Es imprescindible visitar la Lonja en pleno proceso de subasta, con sus 262 metros de atraque, instalaciones que cubren más de 17 mil m2, de los cuales un tercio están destinados a locales de exportadores; con fábrica de hielo con producción de 150 tm/día y una capacidad de descarga, subasta y manipulación de más de 75 tm/día. El Centro de Distribución, que ocupa una superficie de 31 mil m2 está equipado con la más moderna tecnología, capaz de absorber la descarga de 8 pesqueros simultáneamente. Y todo ello para cuidar con el mayor esmero los productos rescatados al mar y servirlos en las mejores condiciones al consumidor. De entre la heterogeneidad de especies subastadas, cinco son las que producen mayor volumen de desembarco y comercialización: lirio, estornino, merluza de volanta, pescadilla, y especialmente la "merluza del pincho", tan apreciada en los mejores mercados por su procedencia de origen.
Cerrará la visita una vista panorámica desde el Alto de San Roque. Una última contemplación a estas tierras viveirienses de las que con cierta nostalgia ahora nos despedimos y a las que, seguro, retornaremos, en la primera ocasión.
Fuente | Descubre Lugo.
» Lucia Magariños.