1.248 … El mundo de Beakman (Beakman's world).
Teleautopsia.
"El Mundo de Beakman" fue un ejemplo de cómo la televisión puede educar entreteniendo a los peques de la casa (y los no tan peques) sin tener que basar su programación en la animación de violencia o género fantástico de acción irreal en su totalidad.
Emitido por la FORTA y en Cuatro, cada día un excéntrico científico llamado Beakman entraba en nuestros hogares de los pequeños para mostrarnos un laboratorio realmente impresionante, lleno de artilugios, personajes muy peculiares, y sobre todo, de experimentos científicos de lo más curioso.
La emisión la empezaban dos pingüinos muy graciosos que seguían el programa y los comentaban desde el Polo Sur, llamados Don y Herb.
Beakman era el alma del programa, un científico muy peculiar, interpretado por Paul Zaloom, que tenía un enorme laboratorio lleno de aparatos, objetos y materiales con los que experimentar y poder explicar todas las dudas que la audiencia mandaba al programa vía carta. Le acompañaba su incondicional Lester (Mark Ritts), una enorme rata de laboratorio que a veces le ayudaba a cambio de un trozo de comida.
Llegó a los hogares españoles a través de la FORTA en las autonómicas, y Cuatro recuperó el programa en 2.006 en una infame franja horaria de sábado y domingos de 7h30 a 8h30 dentro del contenedor "Cuatrosfera".
Originalmente, este programa fue producido en 1.992 para un canal de pago en Estados Unidos y que, en 1.993 fue adquirido por la cadena CBS para emitirlo en su franja infantil.
¿Quién dijo que la ciencia era sólo para científicos?.
Algunos de los experimentos más recurridos por este profesor se basaba en explicar conceptos muy fáciles relativos a la física, la densidad y gravedad de los materiales, la electricidad y demás curiosidades del mundo de la ciencia. Y muchos de ellos se podían hacer en casa sin que explotase todo.
Otra curiosidad del programa es que Beakman siempre estaba acompañado por una chica que le ayudaba con sus experimentos. Según la temporada, era Josie (Alanna Ubach) Liza (Eliza Schneider) o Phoebe (Senta Moses). Todas estas tenían un look ochentero enorme.
Un acertado plató-laboratorio.
El plató del laboratorio es uno de los más impresionantes que se vieron en televisión. No por tamaño, sino por atrezzo y elementos especiales. La decoración cuadraba perfectamente con el programa y los personajes se integraban en él como si de su casa se tratase.
La fotografía y la iluminación de cada rincón estaba realmente conseguida, y el equipo no tenía problema en colocar cualquier cosa realmente extraña dentro del plató sin el experimento de turno lo requería, como por ejemplo, una pecera gigante.
Otro de los puntos que destacaba del programa era su montaje. En cada experimento y en cada acción más o menos fuerte, se insertaban planos de películas en blanco y negro, trozos de dibujos animados y cosas de este estilo que aumentaban aún más el dinamismo del programa.
El programa fue cancelado en 1.998, seguramente porque la sociedad norteamericana evolucionó hacia un modelo de entretenimiento infantil en que la educación dejaba de cobrar interés televisivo.
Entre los récords cosechados que avalan su calidad y que fue emitido en 225 emisoras en Estados Unidos, tuvo cinco temporadas, fue visto en 90 países alrededor del mundo y galardonado con 25 grandes premios a nivel internacional.
¿Quién dijo que la ciencia era aburrida?.
Fuente … ¡Vaya tele!.
Celso Bergantiño.
