1.058 | Día Europeo en recuerdo de las víctimas de terrorismo.
Día de…
Las efemérides y los actos de homenaje tienen un sentido profundo que va más allá de lo formal, de lo protocolario. Si, además, es la efeméride de un hecho terrible y si el homenaje es a las víctimas de la violencia terrorista, esa percepción adquiere mayor relevancia si cabe.
Rememorar lo ocurrido no supone reabrir heridas. Por el contrario, recordar es un acto de respeto, de justicia y de dignidad.
Por eso debemos empezar recordando aquel fatídico 11 de marzo de 2.004, en el que 192 personas fueron asesinadas, y 1.893 resultaron heridas, en Madrid (España). Un día en que esa ciudad se convirtió en la capital de dolor.
Todos sabemos que los terroristas no tiene el más mínimo reparo, ni la menor consideración por la vida humana. Y ese desprecio alcanza su máxima expresión, su mayor irracionalidad, en los atentados masivos, como el de Madrid (España). Los más de dos millares de familias afectadas directamente lo saben bien. Todas ellas continúan tratando de recuperar sus vidas tras el horror.
Entonces, España y las instituciones europeas reaccionaron indignadas, pro con una sola voz. Y respondieron de la única menta que puede hacerse hacerlo, con unánime solidaridad y con un compromiso común hacía las víctimas y sus familias. Esa solidaridad y ese compromiso de Gobiernos, Instituciones ciudadanos de a pie… de todos en definitiva, se plasmaron en la declaración del 11 de Marzo como el "Día Europeo en recuerdo de las víctimas de terrorismo".
Es una exigencia moral, un alegato a favor de la decencia y de los valores humanos. Decencia y valores que no poseen los asesinos. Principios que nos imponen la evocación de los que murieron, y el ejercicio continuado de solidaridad con quienes siguen sufriendo las consecuencias de la violencia terrorista.
Dedicamos un día al año al recuerdo de las víctimas, de todas las víctimas. Y debemos trabajar el resto de los días del año para que se cumpla la ley y se haga justicia, que es la mejor manera de honrarlas.
Fuente | El País.
» Bruno Fernández.