1.082 | Basílica de San Martiño de Foz.
Galicia, maravilla por descubrir.
En esta ocasión nos desplazamos hasta Foz y, para variar, nos alejamos de las playas, de los paseos marítimos y de los puertos pesqueros.
Nos adentramos hacia el interior, por praderíos donde pastan vacas lecheras y bosques de eucaliptos, y descubramos otra joya, pero ésta de las que pocos habrán oído hablar: la Basílica de San Martiño, la iglesia románica más antigua que se conserva en España.
Su valor histórico y artístico fue reconocido en tiempos de la II República, cuando fue declarada Monumento Nacional, pero de las dependencias originales han desaparecido: el monasterio, la sede episcopal, y la colegiata, y actualmente solo quedan la catedral y la casa de prior, convertida en casa rectoral.
Para descubrir los orígenes de San Martiño debemos remontarnos al siglo IX. En el año 870, el Obispo de San Martín de Dumio, Sabarico, se vio obligado a huir, con algunos de sus monjes, de las invasiones árabes que en aquellos días estaban devastando el suelo portugués. De este modo, la sede dumiense encontró continuidad en San Martiño, donde una vez instalados, el monarca Fernando III les hizo entrega de los territorios que en adelante iban a ser propiedad de la sede episcopal.
Su construcción es de mampostería de pizarra, sillería de granito y las cubiertas de pizarra. Su planta es basilical con nave de 3 cruceros, 3 ábsides semicirculares y sacristía.
Su fachada posee una puerta con arco abocinado de medio punto con 2 arquivoltas y 4 columnas, 2 de ellas visigóticas, con tímpano con crismón y cordero con cruz. Su torre campanario, adosado a su lado derecho, es de un cuerpo. Cabe destacar la gran riqueza de sus canecillos.
En su interior destacar sus capiteles historiados, las pinturas murales y sobre todo su retablo pétreo del altar mayor, considerado pieza única.
Al lado se encuentra la fuerte de "A Zapata", de la que brotó agua (según la leyenda) al tirar el Obispo San Gonzalo una zapatilla en ese lugar.
Durante los trabajos de restauración realizados en los años 2.007 y 2.008 se recuperó una buena superficie de muros policromados, entre ellos algunos frescos de los primeros años del siglo XII, los únicos de esta época que se conservan en Galicia.
Fuentes | Vivir Galicia, Galicia Norte.
» Marcos Castro.