983 | Las Navidades de un enfermero.
El diario de Bruno Fernández.
Puedo decir que estas Navidades han sido las más agotadoras pero también las más reconfortantes, porque estar rodeado de esos niños que por desgracia han estado ingresados en un Complejo Hospitalario pues da un poco de pena, la verdad.
Pero bueno, estas navidades me han cuadrado en Nochebuena en turno de noche; Año nuevo de mañana; y Noche de Reyes de noche, pero no importaba, a mi desde luego no, porque aparte de disfrutar de la familia, también pude disfrutar de los más peques de la planta infantil, en esas noches mágicas que nos ofrece la Navidad.
En Nochebuena en la planta infantil se respiraba un aire de nerviosismo, de ilusión por parte de los pequeños, pero también en los enfermeros de la planta, ya que uno de ellos se tenía que disfrazar de Papá Noel y empezar a repartir regalos.
Una vez que ayudamos a Papá Noel y a medida que íbamos entregando los regalos, veía en los niños era cara de felicidad, de ilusión que no tenía precio, era un gustazo que con un pequeño gesto, esos niños fuesen los más felices del mundo, que hasta me emocioné ver esa cara de felicidad en ellos.
Recuerdo que ayudando al "gordo de rojo" varios niños se dirigen hacía mi y me dicen:
-- "Tío Bruno, ¿la noche de fin de año tomas las uvas con nosotros?" –.
-- ¡Sin ningún problema! –. Le respondí.
Unos días antes de Nochevieja, me llegué una alegría enorme, porque uno de los niños después de esta tres meses ingresado en el hospital, le daban el alta y cuando ya se disponía a salir de la planta, viene a junto mía, me pide que me agache y me abraza tan fuertemente que me dice:
-- ¡Gracias tío Bruno! –.
-- De nada joven, espero no verte por aquí –. Con una mirada de complicidad.
En la noche de fin de año, cené temprano con la familia, porque quería estar media hora antes de las campanadas con esos "enanos" y llevé conmigo a mi churri y a mi hijo a la planta infantil.
Cuando llegué casi todos los niños me recibieron con los brazos abiertos, sabiendo que había cumplido la promesa de varios de ellos y que era todo un placer compartir el año nuevo con los peques sabiendo que dentro de 8 horas tendría que estar con ellos otra vez.
Celebramos el año nuevo comiendo las tradicionales uvas y después animamos un poco el cotarro con la canción "3 deseos" de la cantante cubana Gloria Estefan.
Llegó la noche de Reyes, en esta ocasión a mi me tocó disfrazarme de Rey Melchor y junto con Gaspar y Baltasar entregamos los regalos a los nenes y ver otra vez esa cara de ilusión no tiene precio.
Así fueron estas Navidades, aunque en esas noches especiales me tocó trabajar, ha sido un gustazo compartirlos con los peques.
» Bruno Fernández.
