991 | El tránsito hacia el enfrentamiento civil en Galicia.
Historia de Galicia.
La Galicia rural, el campo gallego de inicios del siglo XX, estaba en una situación desastrosa. Una de las causas del problema era la escasa formación de los campesinos, que les llevaba a desconfiar de los sistemas modernos de cultivo y a rechazar las innovaciones. Además, estaban dominados por los caciques.
Por otra parte, en Galicia abundaban los usureros, que cobraban cantidades desproporcionadas por los indispensables préstamos.
El otoño de 1.911 puso de manifiesto las penalidades del campo gallego: un fuerte temporal azotó toda Galicia, en especial la provincia de A Coruña. A finales de noviembre, las precipitaciones se hicieron tan intensas y persistentes que provocaron el desbordamiento de los ríos y la inundación de los campos y los pueblos.
Las inclemencias climatológicas de 1.911 a 1.915 incrementaron el flujo de emigrantes.
Sólo en 1.911 partieron de Galicia 70.127 personas hacia América. La mala situación intentó solucionarse con las medidas de Primo de Rivera, quien decretó en 1.926 la supresión definitiva del sistema forero. A pesar del continuo minifundismo se inició una mejora de las técnicas agrícolas, una diversificación de las producciones y el establecimiento de un sector industrial de transformación de los productos del campo, especialmente en la segunda mitad del siglo, lo que significó una sustancial modernización de la agricultura.
El aumento de la producción ganadera, bovina y porcina, convirtió a Galicia a lo largo del siglo en una región exportadora de carne en dirección a los mercados del interior de la Península. Del mismo modo, la industria conservera vivió un mayor desarrollo en las Rías Baixas, potenciada por una burguesía local y en conexión con el auge de la pesca a gran escala, centrada en Vigo (Pontevedra).
A nivel político, el siglo XX comenzó dominado por el caciquismo que trajo consigo una profunda desconfianza hacia los partidos tradicionales de la restauración, a pesar de que en estas tierras nacieron muchos de sus dirigentes.
Esto, sumado a la difusión en los medios obreros, que se extendió al campo con la Unión Campesina, contribuyó a explicar porqué Galicia contó con una escasa participación en la vida política española de las primeras décadas del siglo.
El incipiente nacionalismo gallego titubeó entre una definición culturalista o una plasmación política.
En 1.916 se constituyen las "Irmandades da Fala" que representaron el paso del hecho literario y lingüístico a ser un instrumento de combate nacionalista. Surgió la "Irmandade" como movimiento asambleario en diversas ciudades, inicialmente para la difusión e implantación de la lengua gallega y toma de conciencia de los problemas socioeconómicos de Galicia, penetrando posteriormente en la acción política.
En 1.920 se creó un grupo de pensadores en torno a la "Revista Nós" en el que participaron Ramón Otero Pedrayo, Alfonso R. Castelao o Ramón Cabanillas, entre otros.
Las irmandades inspiraron el "Seminario de Estudos Galegos" de Santiago de Compostela (A Coruña) y el coruñés "Instituto de estudos Galegos".
En 1.926 se formó el primer partido gallego de proyección española, la ORGA (Organización Republicana Galega Autónoma), inspirado en la obra de Alfredo Brañas y encabezado por Casares Quiroga.
Este partido fue muy afín a las posiciones Azañistas y tuvo un papel destacado en la "II República".
En 1.931 Castelao fundaría el "Partido Galeguista", de izquierdas y de posiciones más radicales. Galicia contó con un estatuto de autonomía propio.
El 28 de Junio de 1.936 se celebró un referéndum para la aprobación del texto autonómico. Mientras que en Vigo (Pontevedra), Ourense y Santiago de Compostela (A Coruña) votó gran parte de la población, en A Coruña se produciría un notable fracaso. Ya en 1.932 se había realizado otro plebisticio, en el que se aprobó un anteproyecto, pero la autonomía perdió posteriormente fuerza.
El texto de 1.936 no llegó a aprobarse en Cortes debido a que fue presentado el 15 de Julio, tres días antes del inicio de la Guerra Civil. El país fue ocupado por las tropas insurrectas en los primeros meses de la guerra a pesar de la resistencia ofrecida por ciudades como A Coruña, Vigo (Pontevedra) y Ferrol (A Coruña), tras lo cual se produjo el exilio de destacados galleguistas.
Fuente | Español sin fronteras.
Bruno Fernández | @BrunoFdz