879 | Leyenda de Costa Rica: La bruja de Escazú, la "María Negra".
Leyendas.
Parte de la idiosincrasia costarriqueña, son las leyendas de muertos, aparecidos y milagros de personajes reales o inventados que la gente de antaño recreó en situaciones extraordinarias, ya sea para dejar una enseñanza al oyente, casi siempre los niños, o para exagerar la realidad. Son Narraciones o relatos de sucesos fabulosos, a veces con una base histórica, que se transmiten por tradición oral o escrita.
Cuenta la leyenda que esta bruja era negrita y una de las últimas brujas del pueblo más renombradas, que habitaba al norte de la Iglesia del centro de Escazú.
Se dice de ella que en una madrugada fue descubierta por su abuelo Talí completamente desnuda, en media quebrada que pasaba atrás de su casa, y en trance. Al sentirse descubierta, le dijo la hechicera a su abuelo que no le contara a nadie lo que había visto.
Paternalmente él le respondió: "Oh, María, ya está haciéndole daño a alguna persona".
Pasado algún tiempo, el abuelo contó el hecho a algunos vecinos de su confianza y se dice que a los pocos días fue castigado por la maldición de su bruja nieta; pues comenzó a darse cuenta de que a medianoche caían algunas boñigas sobre el tejado de su casa y las vacas desaforadas pataleaban y parecía que iban a romper los horcones y barandillas de la casa. Salía a ver lo que pasaba… y nada había de raro; todo tranquilo, pues sólo se percibía el olor a las boñigas.
Días después, en un descuido del abuelo Talí, uno de sus pequeños fue hallado muerto a causa de una golosina inofensiva que lo había ahogado. Y para peores males, cuando tenía que ir allá por "El Jaboncillo", cerca del sitio del Hatillo, a desyerbar la siembra, al pasar por al casa de la maléfica mujer se le ponía atrás una cerda grande y negra con su chía de lechones que le mordían las piernas y lo perseguían a su antojo.
Talí se defendía con su cuchillo, pero no lograba ni ahuyentar ni matar a los animales; tal su agilidad sobrenatural.
Esto duró unas semanas después, hasta que falleció la bruja; y agrega la leyenda que ese día tembló muy fuerte y con retumbos que la vieja casa de barro de "María la Negra" se desplomó, quedando totalmente destruida por él mismo.
De ahí en adelante, el abuelo Talí gozó de tranquilidad completa y permanente.
Fuente | Mitos y leyendas (Costa Rica).
Celso Bergantiño | @moradadelbuho