610 Los amantes de Teruel
¿Te han contado la historia de los amantes de Teruel?, ¿has oído eso de "tonta ella, tonto él". Pues despójate de prejuicios y déjate arrastrar por la más maravillosa historia de amor.
Sí, de amor. Porque el amor mueve el mundo con más fuerza que las guerras o el dinero. No hay más que ver que, ocho siglos después, seguimos enamorados de esta historia.
Te narraré lo que se sabe, a ciencia cierta, aunque haya algunos detalles que nos son desconocidos.
¡Vamos allá!…
Estamos en los tumultuosos primeros compases del siglo XIII. En Teruel suenan campanas de boda; es el sonido que recibe a un caballero que, exhausto, llega a la villa por la cuesta de la Andaquilla.
Se trata del popularmente conocido como Diego de Marcilla (Juan Martínez de Marcilla según los textos históricos), que regresa rico y famoso tras tomar parte en múltiples batallas.
Diego (o Juan) está enamorado desde niño de Isabel de Segura con un sentimiento correspondido. Pero mientras que ella es de una familia importante, él es hijo segundo de otra más modesta. Sin embargo, el padre de Isabel accede a darle cinco años de tiempo para enriquecerse, tras los cuales y con este requisito podrá desposar a Isabel.
Corre el año 1.217. El mismo día que cumple el plazo, Diego regresa a Teruel.
Al poco de llegar, es informado de que el ambiente festivo y engalanamiento de la villa se debe a que Isabel de Segura acaba de desposarse. La presión de la familia y un pretendiente muy principal, han acelerado el enlace.
Los sentimientos de Diego son contradictorios: cólera, pesar, desazón, rabia… Decide ir al encuentro de su amada, para escuchar de su boca que se ha casado con Pedro Fernández de Azagra, hermano del Señor de Albarracín.
Le pide un beso a Isabel, pero ella se niega porque ahora pertenece a otro hombre. Diego no resiste la negativa, es como si algo se le rompiera por dentro. Cae fulminado al suelo. Ha muerto.
Al día siguiente, las campanas de boda han trocado sus tañidos por los de funeral. Una comitiva triste y silenciosa transporta el cadáver del infortunado amante depositándolo en el templo.
Cuando van a comenzar los funerales, sale de entre el gentío una mujer con la cara velada que se acerca al fallecido: es Isabel de Segura.
Destocándose, se acerca a su amado para darle el beso negado en vida, lo deposita en sus fríos labios y se desploma muriendo sobre él. La tradición asegura que murieron de amor, por eso fueron enterrados juntos, y juntos han permanecido hasta hoy.
¿Sabías que…?:
La leyenda de “Los amantes de Teruel” ha sido reescrita más de 20 veces por plumas tan prestigiosas como la de Tirso de Molina, que la han llevado a la poesía, a la novela y al teatro. Y como broche de oro, el maestro Tomás Bretón la elevó a la dignidad de la ópera: inspirada en la obra de Harzenbusch, con libreto del mismo maestro Tomás Bretón y dividida en cinco actos, se estrenó en el Teatro Real de Madrid el 12 de febrero de 1.889.
Fuente | Bodas de Isabel
Celso Bergantiño (@moradadelbuho)