458 Leyenda de Francia: La bestia de Gévaudan
A lo largo de la historia podemos encontrar animales que según leyendas y testimonios han horrorizado regiones durante años.
Es el caso de la bestia de Gévaudan, según cuenta un críptico atropófabo, que según cuenta destrozó la comunidad de la región de Gévaudan (Francia) entre 1.764 y 1.767.
Cuenta la leyenda que en el siglo XVIII en lo alto del Bévaudan, un bosque profundo entre Auvergne y Languedoc, una joven pastorcita regresaba a casa con su rebaño, en la espesura del bosque en medio de ramas y hierbas un repugnante monstruo se lanzó de repente sobre una de sus ovejas destrozándole de un sólo golpe con sus enormes dientes y garras filosas, aterrorizada la pastorcita corrió sin cesar hasta la aldea para prevenir a la gente.
Inmediatamente un grupo de valientes hombres emprenden la misión de cazar a la bestia, y parten en su búsqueda pero desafortunadamente no logran nada… solamente fueron testigos de las grandes huellas de garras filosas a lo largo del bosque.
En el transcurso de tres años, varios hombres bajo la organización del Rey, exploraron cada detalle del bosque con el fin de encontrar y acabar de una vez por todas con la bestia, pero de nuevo sólo se encontraban huellas de garras enormes y rastros de una gran bestia sedienta de sangre… tanto que se estableció que la bestia de Gévaudan era de origen diabólico pero real… habría iniciado con el asesinato de animales, seguido por niños y jóvenes mujeres…
Una vez, uno de los soldados del Rey, atravesaba el bosque, de un momento a otro un enorme lobo lo atacó pero su reacción fue tan efectiva que logró matarlo atravesando una bala en la cabeza de la bestia, este cayó de inmediato a sus pies y fue llevado por él mismo a palacio. El Rey felicitó alegóricamente a su soldado, pensando que había matado al monstruo, más sin embargo, los ataques no cesaron, lo cual indicaba que la bestia de Gévaudan seguía viva.
En otra ocasión, Jean Chastel, un fiel que realizaba su plegaria, fue testigo de un acto terrorífico. Una repugnante bestia se paró en frente suyo con el objetivo de asesinarlo pero él, en medio de su pánico logró reaccionar presionando el gatillo antes del ataque de la bestia. Luego envió el cadáver del monstruo al Rey, quien dolido, enterró el caso, sin decir una sola palabra.
Pero el rumor continúa en la actualidad, unos dicen que esta bestia de origen diabólico sería únicamente un hombre endemoniado y que su alma sigue vagando en los bosques de Gévaudan.
Fuente | El octavo pasajero
“La Morada del Búho” en los Premios Bitácoras 2.012:
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Celso de Ourense (@moradadelbuho)