295 Leyenda de Italia - La leyenda de Eneas
Eneas saliendo de Troya, por Federico Barocci, 1.598. (Sobre Italia)
El héroe troyano Eneas era hijo de un hombre y una diosa. Cuentan que su padre, Anquises, primo del Rey de Troya, se encontraba pastoreando su ganado cuando Afrodita, diosa del amor, se enamoró perdidamente de él. Afrodita se entregó a Anquises, allí mismo, en el prado, y concibieron un hijo: Eneas.
La diosa confió la primera educación del niño a las ninfas del bosque y al centauro Quirón. Pero prometió a Anquises entregarlo a su cuidado cuando cumpliera los 5 años. Anquises, por su parte, juró no revelar nunca el nombre de la madre de su pequeño. No cumplió, y un rayo vengador lo dejó rengo para siempre.
Durante la guerra de Troya, Eneas se convirtió en el más heroico defensor de su ciudad, después de Héctor. Al caer Troya en manos de los griegos, Eneas se aprestó a morir peleando. Pero su madre Afrodita se apareció ante él y le reveló que su destino era otro. Debía, por lo tanto, escapar. Eneas huyó por mar, ayudado por su madre, acompañado por su esposa y su hijo, Ascanio. Por el camino quedaría viudo.
Su primera escala fue en Cartago, donde la Reina Dido se enamoró de él. Eneas decidió quedarse junto a ella, pero el Dios Hermes le ordenó partir: no era allí donde cumpliría su destino. Eneas dejó entonces Cartago y Dido, enloquecida de dolor, se suicidó. Durante sus aventuras posteriores, Eneas llegó incluso a descender a los infiernos. Allí se encontró con el espectro de Dido, y quiso explicarle sus razones. Pero ella se negó a perdonarlo.
Tras un largo viaje cuyas aventuras relata Virgilio en su famosa Eneida, el héroe troyano llegó a la Costa del Lacio, en la Península Itálica. Allí gobernaba el Rey Latino. Sobre su hija, Lavinia, pesaba una profecía: no debía casarse hasta que no llegara de muy lejos el extranjero que le estaba destinado.
Fue por eso que la llegada de Eneas enfureció a Turno, el ambicioso primo y pretendiente de la muchacha. Turno se alió entonces al rey de los etruscos para hacerse con las tierras de Latino. Eneas encabezó la resistencia. Tras algunas sangrientas batallas, Turno fue derrotado. Eneas se casó entonces con Lavinia y tuvo con ella un hijo: Silvio.
Su destino se cumpliría finalmente cuando dos de sus descendientes en el Lacio: Rómulo y Remo, cumplieran a la vez el suyo: fundar la mítica ciudad de Roma.
Fuente | Lanza del destino