281 Hablemos de sexo
Si tuviéramos que repasar programas que hablan de sexo que emitieron en la televisión en España recordaríamos: “Todos ahhh 100” (laSexta), “Hablar de sexo con papá y mamá” (Neox), “Dos rombos” (La 1), “Me lo dices o me lo cuentas” (TeleMadrid), entre otros programas…
Pero en 1.990, en la televisión de nuestro país aparece por primera vez un programa dedicado a hablar de sexo de forma clara y directa. Sorprendentemente para la época fue revolucionario, hay que tener en cuenta que todavía existía una escasísima información y desconocimiento en temas sexuales entre la población, así como, había bastante pudor y recelo hablar abiertamente en público sobre sexo.
Aprovechando que el Gobierno de entonces estaba preparando una campaña de prevención del SIDA y conceptiva. Chicho Ibáñez Serrador entendió que la mejor forma para mejorar la educación sexual de los españoles, desde un medio como la televisión, era crear un programa donde se tratara de educar en temas sexuales, captando así una enorme audiencia, al tiempo que permitiría romper con una serie de tabúes que aún imperaban en televisión a la hora de hablar de sexo.
Y decidió llamar a ese nuevo programa, claramente y sin titubeos, “Hablemos de sexo”. Realmente de eso trató, eso sí, desde un planteamiento didáctico, serio y responsable. Y para ello, nada mejor que la cara visible fuese alguien desconocido entre el gran público y que mostrase ese carácter riguroso, Chicho quiso imprimir al programa, dando plenamente con un rostro, Elena Ochoa, que encajó a la perfección.
Y, no fue más que el comienzo de un fulgurante éxito, convirtiéndola en un personaje muy popular pasando a ser por el común de los telespectadores como “La Doctora Ochoa”. “Hablemos de sexo” a la vez de instructivo resultó ameno y divertido, en parte, debido a sus protagonistas, en su mayoría gente anónima que, bien, a pie de calle respondían a preguntas que se planteaban desde el programa, o como público asistente en plató tenían la oportunidad de formular sus dudas sexuales a Elena Ochoa, que junto a las llamadas telefónicas daba paso la presentadora, atendía con toda la seriedad y amabilidad, a lo sumo podía esbozar una leve sonrisa ante las sorprendentes y surrealistas preguntas realizadas en público, poniendo de manifiesto el gran desconocimiento de la población en cuanto a información sexual.
A través del programa pudimos conocer mejor y familiarizarnos con diferentes términos y conceptos y olvidar ciertos prejuicios relacionados con el sexo. Y, sin tener en que caer en lo escabroso y en el sensacionalismo, a pesar de haberse tratado por primera vez en televisión el sadomasoquismo, zoofilia, etc… con el testimonio de personas que lo practicaban, pero siempre mostrando desde la máxima dignidad y respeto a la intimidad de la persona.
Nunca un programa de sexo ha sido llevado de forma tan elegante como “Hablemos de sexo”.
Después del éxito conseguido con “Hablemos de sexo”, con 45 programas emitidos durante un año. En 1.995 Elena Ochoa se pone al frente de un nuevo espacio, “Luz Roja”, también dirigido por Chicho Ibáñez Serrador. Un programa hecho a su medida como especialista en psicopatología, abordando temas un tanto duros y llamativos de entre las diferentes patologías, adicciones, traumas de la conducta humana, que además de mostrarlos eran explicados y analizados. Siendo sus primeras ediciones en las que trató aquellos comportamientos más extremos e impactantes, en lo sucesivo se fue dulcificando, lo que llevó también a una pérdida de cierto interés pro parte de la audiencia, no consiguiendo la repercusión de su antecesor, “Hablemos de sexo”.
Fuente | Vayatele.
Imagen | Prointel.