214 Chicho Terremoto
Si te criaste enchufado a la televisión de los 90, seguramente recuerdes esta serie. Porque no sólo de Dragon Ball vivían los niños de esa época.
Chicho es el protagonista que recordamos en esta ocasión, un chico canijo pero a pesar de ello consigue que le acepten en un equipo de baloncesto y se convierte en un excelente jugador que hace que ganen todos los partidos, aunque usa técnicas extrañas que él mismo inventa como “El ataque del gato”, o cambiar su trayectoria de caída haciendo que el pantalón se infle a modo de paracaídas con el aire ambiental.
Chicho está enamorado de una chica de su colegio, Rosita, a la que también gusta pero que no pasa de la mera amistad porque ella no soporta que sea un pervertido cuyo objetivo es mirar las bragas de las chicas, tanto colgadas en los tendederos como puestas, levantando las faldas que se pongan en su camino o poniéndose debajo cuando creen que las chicas no le ven, aunque siempre le ven y le dan un puñetazo que le dejan un enorme chichón.
Rosita tenía un perro llamado Bobby que intentaba alejar a toda costa a Chico de su dueña. Claro, todo el mundo incluido el perro estaban colados por esa niña.
La serie estaba llena de humor y el personaje se nos muestra como alguien que a pesar de ser pequeño juga muy bien al baloncesto pero a la vez un poco pervertido.
Su grito de guerra “¡Tres puntos, colega!”, adquirió relativa difusión.
Chicho Terremoto es un anime llamado originalmente “Dash!! Kappei” o “Dashu Kappei”, emitido originalmente en Japón entre 1.981 y 1.982 por Fuji Televisión, con un total de 65 episodios, y emitida en España por Antena 3 Televisión. También tiene un manga del mismo nombre publicado en 1.981. Su autor era Noboru Rokuda y el estudio encargado era Tatsunoko.
La serie llegó a España desde Italia (donde el título era “Gigi la trottola”) con severas modificaciones del guión original. Además, se hicieron en España distintas y variadas modificaciones al guión original que transformaron la serie en algo totalmente distinto al original japonés.
En este sentido me recuerda mucho al personaje de dibujos animados Shin Chan, los dos muy bajitos y aunque vuelven locos a todos los que están a su alrededor con sus majaderías todos sienten mucho aprecio por ellos, es que los muy cabritos se hacen querer.
Gran parte de la gracia de esta serie reside en el fantástico trabajo de adaptación (en el caso del español) porque no solo se limitaron a traducir, sino que modificaron el diálogo así como los nombres para ajustarlos a las costumbres y expresiones españolas, que en definitiva es al público al que va dirigido.
¿Quién no ha utilizado una de sus famosas frases alguna vez?… De todas formas, consiguió que miles de niños, al meter un triple dijeran su mítica frase… ¡3 puntos colega!.
Fuentes | Cinetube, Wikipedia
Imagen | Crónicas de un vivo