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La niña prodigio de singular y privilegiada voz que a la edad de 6 años empezara a derrochar simpatía y a cosechar innumerables éxitos, continúa dispuesta a seguir conquistando corazones de manera indefinida. Ya sea a ritmo de banda, rancheras o Norteña, no cabe la menor duda que Graciela mantiene su talento, carisma y autenticidad vigente en el gusto popular.
“La Reina del Pueblo”, como la bautizaron afectuosamente sus seguidores, se ha convertido en la máxima exponente de la música de banda contemporánea a nivel mundial.
“El chico del apartamento 512” está escrito por A.B Quintanilla III & Ricky Vela.
Cada día es igual por mi pasillo, nunca llego a mi puerta sin oír el chiflido de un chavo que me dice que está esperando.
Lo que él debía hacer es ir y darse un baño y un aburrido me tiene otra vez y lo finjo interés.
Cuando de pronto sale del ascensor, la imagen de mis sueños, el que yo quiero para mi dueño.
El chico del apartamento 512, el que hace a mi pobre corazón temblar, es a quien le hago cartas noche y día que no puedo entregar.
El chico del apartamento 512, es el que me hace tartamuda y más, es quien yo pienso siempre noche y día, él, sólo él.
Y un viejo me invita: “Chica ven a verme…” y le digo que no me caen los viejos rabo verde.
Y camino a mi cuarto muy lentamente con la esperanza de verle.
Y cuando sale a caminar, me saluda con una sonrisa que de veras me conquista.
El chico del apartamento 512, el que hace a mi pobre corazón temblar, es a quien le hago cartas noche y día que no puedo entregar.
El chico del apartamento 512, es el que me hace tartamuda y más, es quien yo pienso siempre noche y día, él, sólo él.
Pero hoy por fin me decido de veras, todo mi amor a confesarle.
Toco su puerta y se me enchina la piel y me contesta una güera y mi corazón se quiebra.
El chico del apartamento 512, el que hace a mi pobre corazón temblar, es a quien le hago cartas noche y día que no puedo entregar.
El chico del apartamento 512, es el que me hace tartamuda y más, es quien yo pienso siempre noche y día, él, sólo él.
De veras que sentí mi corazón quebrándose cuando de repente me preguntó: “¿Buscabas a mi hermano?”…
El chico del apartamento 512, el que hace a mi pobre corazón temblar, es a quien le hago cartas noche y día que no puedo entregar.
El chico del apartamento 512, es el que me hace tartamuda y más, es quien yo pienso siempre noche y día, él, sólo él.
Imagen: En breve.
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